Hasta hace poco tiempo a Dave Rawlings le teníamos ubicado en un lujoso segundo plano, ya fuera en labores de apoyo, haciendo las veces de productor y/o instrumentista, de nombres como Bright Eyes, Ryan Adams u Old Crow Medicine Show, o siendo la mano derecha de su pareja Gillian Welch. No fue hasta hace seis años cuando, también junto a ella, se decidió a dar el salto hacia el foco principal poniendo en marcha la Dave Rawlings Machine por medio del disco A Friend of a Friend, que ahora, presenta su prolongación.
Un segundo trabajo que en términos generales se le puede definir como continuista, por aquello de incidir en ese sonido tradicional americano en una representación sobria y por momentos trágica, pero que, también inducido por tratarse en esta ocasión de composiciones todas ellas originales, cosa que no pasaba en su predecesor, alcanza cotas de –todavía- mayor perfección en su ejecución y concepto.
Un tono nostálgico atravesará todo el álbum, y lo hará de una manera espectacular, como queda constancia desde la magistral «The Weekend», destinada a abrir el álbum, donde su deje arrastrado nos lleva hasta los Stones más campestres, produciéndose una, casi mística, conexión entre guitarras y cuerdas que en el transcurso del álbum se convertirá en seña de identidad prioritaria. Canciones como «Short Haired Woman Blues» o «Bodysnatchers» se sumergirán en esa oscuridad inspirada en Neil Young o Townes Van Zandt.
Con mayor desnudez, y adoptando una forma de cantar más recitativa, lo que le lleva a moverse irremediablemente en el terreno de Bob Dylan, afronta otro punto álgido del trabajo como es «The Trip». Un ambiente más country, y donde se desarrolla de forma más patente el juego vocal entre él y Gillian Welch, toma representación en «The Last Pharaoh» o «Candy».
Nashville Obsolete suena a tierra polvorienta, a tierra que en no pocas ocasiones tiembla y llora. Un disco formado por solo siete canciones (aunque se alargan hasta casi los cuarenta y cinco minutos) construidas a base de los sonidos tradicionales norteamericanos para a la vez acabar convirtiéndose en leyenda por sí solo.
Kepa Arbizu
UN buen álbum, que destila musica tranquila reposada, muy bien hecha y con muy buen gusto