Mujeres y diversión
Es el Anfirock festival con estética y filosofía sencilla y de andar por casa, surgido de una escisión del South Pop (facción veraniega), caracterizado por la dispersión estilística (condicionada en parte por la ley de la oferta y la demanda), y que oscila entre el pop europeo de factura delicada y melódica (TMGS) o el rock aguerrido y demodé (IDESTROY), configurando un batiburrillo dispar, donde todo el mundo pilla cacho.
La descarga de THE HOT SPROCKETS –jóvenes cowboys que comienzan en plan stoner, y pasean por el alma sureña, entre el dejillo zarapastroso de unos primeros Kings Of Leon- deja a su álbum literalmente en bragas ante la evidencia de su desarmante directo, coreografía en `Honey Skippin’´ incluida. Todo un sorpresón. PINOCHO DETECTIVE exhiben ese su pop de sabia filosofía existencial, que gana en espacios íntimos. ODDFELLOW´S CASINO, evocadores y orquestales, acometen la peliaguda tarea de musicar íntegra `La Cabina´ de Mercero, saliendo airosos solo en parte. HOLÖGRAMA cobran una nueva dimensión y ganan con guitarra eléctrica, invocando levitación en una onda a lo Spacemen 3. SANTACRUZ me tienen ganado por agilidad en sus instrumentales, recorriendo múltiples vertientes del género entre brillantes samplers de Bárcenas y su indemnización diferida. El pop nueva-retro-ola de COSMEN ADELAIDA, da paso a otro momento álgido: MUJERES y su vigoroso garage-rock en crudo, de ese que no da respiro a la parroquia. Todo un espaldarazo sin pausa para el repertorio del segundo día. Por su parte, ALFA 9 hacen valer su delicioso último largo (con `Into The Light´como canción fetiche), pleno de regusto sixty y Byrds-vía McGuinn, limpias armonías vocales y ecos fronterizos, en un set tal vez demasiado extenso. Toda una lástima lo de la escasa promoción del disco de CHENCHO FERNÁNDEZ, excelente narrador de las cosas del día a día. Pienso que el rock patrio está bastante predispuesto al estilo de `Dadá Estuvo Aquí´. Despedida y lágrimas sobre la arena de la playa isleña con `Una Buena Noche´.
Texto y fotos: Enrique Muñoz García.
Chencho Fernández. Elogio de la cotidianidad.