Dos décadas despues de su formación, la banda gallega indaga a mayor profundidad en aquella intersección entre pop melódico, psicodelia y folk que en el 2013 tan espléndidamente cultivaron con Las cosas que no vemos. Su nuevo trabajo, el Ep Viajes en color, confirma que este es un grupo dispuesto siempre a partir de cero. De propina, también han reeditado el no menos excelente Sol de invierno.
Después de habernos legado esa gran obra que fue Las cosas que no vemos en el 2013, ¿Que ideas nuevas surgieron para seguir esa estela?
A nosotros también nos parece que Las cosas que no vemos marca un punto de inflexión en nuestro camino, ya que después de recuperar el pulso y cohesionar a la nueva formación feliz con el Ep Mi reflejo, y empezar a poner en orden los archivos con Tipos normales con guitarras eléctricas, decidir que hacer después suponía una prueba definitiva: o la constatación de que Mi reflejo no había sido casual y lo mejor estaba por venir, o descubrir que el pozo en Villa Felicia finalmente se había agotado y nuestro tiempo había pasado. Afortunadamente comprobamos que todavía nos quedaban cosas por hacer y que incluso teníamos más recursos para hacerlas. Eso dio forma a Las cosas que no vemos. Lo que vendrá después…todavía estamos trabajando en ello.
De enviar trabajos en forma de cassettes o más tarde en cdrs caseros a pasar en cuatro años a sacar material en vinilo con varios lps o singles,¿Que pensáis de todo lo que esta ocurriendo en estos momentos alrededor del grupo?
Pasar de la quimera inalcanzable de volver a tener un disco, llámalo Ep, single ó Lp, publicado con todas las de la ley, a tener cinco en tres años con uno de los sellos más activos del país… da que pensar. Supongo que el que no conozca la intrahistoria dará por hecho que éramos unos vagos que activábamos el grupo según soplase el viento sin demasiado interés por el producto…yo también lo creería. Sin embargo miro hacia atrás y me doy cuenta de que en lo que a mi respecta no he cambiado ni un ápice mi forma de hacer las cosas: sigo componiendo canciones al mismo ritmo y sigo dedicándole todo el tiempo que puedo a Los Huéspedes Felices, lo único que he cambiado es que antes, debido a nuestro bienintencionado reparto de tareas, el proceso finalizaba para mi en cuanto las canciones salían del estudio y ahora me involucro hasta el final. Los cinco lo hacemos y esa ha sido la clave de estos últimos año
Afirmaría que estáis constantemente viajando a través de la emoción y melodía del pop, psicodelia y demás constantes personales…un viaje que no da cabida a ningún retroceso en vuestro periplo musical, ¿Como es ese constante movimiento de engranaje para seguir componiendo nuevos temas de tanta calidad?
No sabría explicar como funciona ese mecanismo, ni sé cómo llamar a las musas cuando se necesitan…las melodías aparecen y si estás espabilado te haces con ellas. Lo que si puedo decirte es que poder contar con cuatro compositores en la banda, al menos para mi, resulta mucho más fácil: por un lado está el aportar lo mejor de ti mismo a canciones hechas de una forma diferente a la tuya y por otro el necesario pique que te producen para intentar superarlas. Y estoy convencido de que los otros Huéspedes te dirían exactamente lo mismo.
¿Como fue grabar Viajes en color, un Ep de cuatro temas en donde los sonidos toman una forma de Pop con mayúscula?, ¿Es un Ep intermedio dentro del último trabajo y del nuevo trabajo a sacar?
Fue un sano ejercicio de cambio de tercio. Cuando tuvimos Las cosas que no vemos en las manos, al contrario que con los dos lanzamientos anteriores, no sentimos esa urgencia de pensar en lo siguiente, al menos a corto plazo. Fue Laureano el que nos aconsejó que no dejásemos pasar el momento: si el grupo estaba funcionando ¿Por qué no aprovecharlo? Así que nos pusimos manos a la obra. Supongo que lo más sencillo hubiese sido tirar de las canciones que se habían quedado fuera del Lp, pero nos apetecía algo diferente, o todo lo diferente que podría ser, así que partimos de cero y en un mes teníamos un nuevo Ep listo para editar. En cuanto al resultado si reconozco que buscamos un caríz más pop y luminoso que en Cosas. ¿Si es un trabajo intermedio? Pues creo que tiene la suficiente entidad por si mismo para no considerarlo puente entre nada.
Al mismo tiempo que grabáis este disco para la escudería Clifford Records, ¿Que momento fue clave para pensar reeditar de nuevo un trabajo exquisito como era Sol de invierno?
Lo más importante desde luego fue contar con el apoyo incondicional de Clifford Records para hacerlo, cosa que nunca podremos agradecerle lo suficiente a Laureano. Por otro lado, lo de recuperar y reeditar en condiciones trabajos importantes para nosotros era otra de esas ilusiones con la que nos retroalimentábamos desde hacía tiempo, incluso antes de fichar por Clifford. Supongo que cada uno en su fuero interno lo tendría claro…si no podíamos editar nuevos discos, ¿quién iba a querer reeditar los viejos? Pero soñar es gratis, así que de vez en cuando cambiábamos impresiones acerca de que haríamos con esto, que cambiaríamos de aquel…y Sol de invierno siempre estaba el primero en la lista. Además necesitábamos tomarnos un tiempo para poder preparar a conciencia la continuación de Las cosas que no vemos. El momento para recuperar Sol de invierno era éste.
¿Que pros y contras surgieron dentro del grupo para sacar adelante este proyecto?
A favor lo que te contaba antes, el poder recuperar trabajos que sentíamos merecían mejor suerte y en contra sin duda la pereza que nos daba enfrentarnos a cosas que parecían haber sucedido en otra vida. No es lo mismo pensar en reediciones cuando no tienes nada que editar que cuando el grupo está funcionando como no lo hacía desde un par de lustros atrás y tienes un montón de canciones nuevas acechando.
Si tuviera que catalogar a este disco de Los Huéspedes Felices sería «Contundente, hipnótico y penetrante», pero para vosotros ¿Que significó este trabajo?
En mi caso sensaciones agridulces: por un lado saber que tienes entre manos algunas de las mejores canciones de nuestro repertorio y por otro comprobar que Los Huéspedes Felices eran un espejismo que se desvanecía por momentos.
¿Como fuisteis elaborando y desarrollando el trabajo de reedición de Sol de invierno?
Partimos de dos puntos básicos: reordenar la secuencia de canciones y rehacer el artwork. En lo que a mi respecta la forma en que fueron ordenadas provocaba que fuese incapaz de escucharlo de una tirada. Eran veinticinco minutos de música densa, depresiva y oscura. En cambio si programaba una selección aleatoria siempre se parecía más a lo que yo tenía en mente cuando hacía las canciones. No sé que razones concretas tendrían Daniel y Oscar, los otros dos supervivientes de aquello, pero tampoco estaban muy convencidos de que aquella fuese la mejor secuencia para el disco. En cuanto al artwork no hubo dudas: las imágenes se habían descargado de Internet a la brava así que…Realmente el artwork fue lo más complicado, el dar con algo que no se desviase del original fue difícil pero tuvimos suerte, nuestro vecino de fatigas rockeras Oscar Millarengo (batería de Bang 74) nos cedió unas fotografías que nos vinieron como anillo al dedo para que Alberto se luciese una vez más haciendo un trabajo de diseño fantástico.
Un disco que emana de la psicodelia sixties, pasando por el pop mas atemporal y fulminantes instrumentales, ¿Que más se puede decir?
Melancólico y crepuscular.
Globalmente y como grupo, dentro de vuestras vivencias en sonidos, arreglos y composiciones de este álbum, ¿Como lo definiríais en esta nueva edición?
Por mi parte ahora sí que siento que es el disco que quería hacer, poniéndome en mi lugar de aquellos años claro está. Visto con la perspectiva de lo que podríamos hacer hoy con esas canciones no sería justo opinar, pero eso es lo de siempre, cada vez que terminas una canción siempre encuentras algo que harías diferente…En cualquier caso, en su momento representaba un paso más allá de donde veníamos y si el ambiente dentro del grupo hubiese sido otro… Ahora con la reedición en las manos todos sentimos que Sol de invierno ha recibido al fin el trato que merecía.
¿Habéis sido muy metódicos en el contexto a todos los niveles de Sol de Invierno?
Situarse de nuevo en el contexto en que fue concebido y grabado con los oídos de entonces se hizo muy difícil: hubo que superar las inevitables tentaciones de retocar las mezclas e incluso de regrabarlo íntegro como sugirió alguien. Al final conseguimos abstraernos lo suficiente del presente como para no desvirtuar Sol de invierno. Con todas sus virtudes y defectos es imprescindible en la biografía feliz.
En estos momentos, ¿cómo es la actividad del grupo para un futuro nuevo disco?
Como últimamente, sin prisa pero sin pausa; ya tenemos una docena de nuevas canciones esbozadas en maqueta y otras cuantas de las que de momento nos hemos ido mostrando unos a otros. Nuestro peor enemigo es el tiempo, siempre necesitaríamos más pero no nos quejamos, hubo tiempos peores. Por otro lado también estamos regrabando algunos viejos clásicos felicianos para un futuro Tipos Normales 2; si algo hemos aprendido es a llenar el granero por si vuelven mal dadas.
Una cuestión básica dentro de mi pensamiento, ¿Qué tiene «Felicia» que nos emociona y nos enriquece con esa melodía tan penetrante y constante?
«Felicia» es un estado mental; otros le llamaron Shangri la, Rosebud…
Texto: El Profe
Foto: José Ardá