Esta historia va de una banda que muere. De sus cenizas, repletas de angustia y distorsión, nació otra banda. Viet Cong es un supergrupo formado por dos antiguos miembros de Women y dos cerebritos del underground canadiense. Acaban de publicar su debut y es posible que te vuelen la cabeza. Alguien ha dicho que no pasaría nada si este fuera el último disco post punk de la Historia. Y no creas, hay algo de cierto en esa frase. Viet Cong combinan tal cantidad de influencias que te preguntas si hay un punto en que tu cerebro no es capaz de asimilar nada más. En este disco deambulan de la mano los espíritus de Keith Levene, Andy Gill y Peter Murphy. Suena Bunker Buster y te das cuenta de que se saben la biblia, pero que piensan que se les queda corta. En Silhouettes dejan clara su ambición – Hey, is there any consequence in getting lost in international time?/ Uncontrollable spontaneous tirades/ Trying to unmake all of the things that are made-, y luego suena Death. Death es una tortura sonora de 11 minutos con un subtexto que parece decir: “Somos conscientes de que nuestro debut es algo previsible, de que el hype no está justificado, pero os vais a enterar”.
Texto: Santini Rose