Espléndida velada para el recuerdo la que se llevó el poco público congregado para ver a dos de los más interesantes artistas del rock de raíces actual. Abrió el fuego el batería de The Reverend Peyton’s Big Damn Band presentando su faceta de songwriter y sorprendiendo con buenas canciones y una voz más que destacable que dejaron con ganas de más. Tras él, Lucas demostró cómo y qué ha de ser un concierto acústico. Con más tiros pegados que una escopeta de feria, se ganó a la gente desde el primer segundo en que estuvo en el escenario. Charló, bromeó, brindó, rio y se cascó más de medio bolo o bien cantando sin micrófono o bien entre el público. Capaz de intercalar en un tema propio una estrofa hecha con títulos de canciones de Meat Loaf, Austin tiene una variedad de registros vocales que quita el hipo y unas canciones merecedoras de un reconocimiento mayor. Repitió jugada respecto a su visita anterior y acabó cantando entre el público «Alone in Memphis» (espectacular), «Four Wheels» y «Go West», dejándonos a todos la sensación de pena por aquellos que se etiquetan como amantes de la música y decidieron, otra vez, perderse una noche como esta. Disfrutad de vuestros sofás queridos. Lo mío es otra cosa.
Eduardo Izquierdo