La promotora mallorquina RUDY Sessions podrá presumir de haber sido la única en Europa que organizó un tributo a la magna figura de Gene Clark con motivo del 70 aniversario del nacimiento de uno de los grandes nombres de la música Americana (tan sólo en el californiano Hotel Cafe de Hollywood se celebró un evento similar).
La idea nació a principios del pasado mes de abril con la siguiente conversación:
-RUDY Sessions: Hey Sid. What about coming back to Palma next November to celebrate the 70th anniversary of Gene Clark?. We could provide a Majorcan backing band for you…
-Sid Griffin: Hi there! I´m in Barcelona tonight! Give me a call and we can talk about it…It surely sounds like fun!. Best, El Sid.
Así pues el planteamiento era tremendamente atractivo desde su concepción: una banda encabezada por Sid Griffin (que como sabeis conoció personalmente a Gene Clark hasta el punto de llegar a grabar con él), acompañado de:
Xavier Escutia (Los Valendas) a la guitarra y coros.
Carlos Garau al bajo y Miguel Gibert a la barería (es decir, la sección rítmica de La Granja).
El joven Chris J. Hillman, que tocó la pedal-steel con maestría de un veterano, no debiendo su nombre llevar engaños (éste es un músico de Manchester venido desde allí para este concierto por sugerencia de Griffin, y que tiene por otro lado el crédito de haber sido escogido por Billy Bragg para su gira «Tooth & Nail)
Y por último el espectacular teclista ´Joey´ Amengual (miembro de Toni Monserrat Inc., quizás la mejor banda de género Americana del Mediterráneo).
Se juntaban distintas generaciones de músicos para pagar tributo a alguien que ha dejado, de forma directa o indirecta, profunda marca en su formación musical y posteriormente en sus carreras . Pero además, para añadir emotividad y sentido al evento, el propio Sid Griffin, que liderando a los Long Ryders y ese N.R.A. del que eran una de las cabezas visibles, fue una influencia patente en los primeros pasos musicales de La Granja, en la que también formaba parte Xavier Escutia.
Todo cobraba sentido más allá que una simple reunión de músicos. Y así punto de partida del concierto no podía ser otro que una versión del tema “Full circle”…
La banda sonó impecable desde el primer momento, con pequeños despistes puntuales, (al completo sólo habían podido ensayar una vez, ya que Sid Griffin perdió el avión y no puedo llegar a Palma hasta pocas horas antes del concierto). Se fueron desgranando canciones tanto de la época de Clark en los Byrds («She don´t care about time» o «Set you free this time») como en solitario (necesaria «Why not your baby»,»So you say you lost your baby», «The Virgin», etc…), todas ellas de un nivel melódico espectacular.
Los apuntes de pedalsteel de Chris J. Hillman aportaban una brillantez extra a las canciones acercándolas al acento folk/country de los originales, y fue él quien se llevó las principales ovaciones de la noche, junto al espectacular y potente solo de teclado que se se marcó Joey Amengual en “Silver raven”.
Xavier Escutia tomó la riendas vocales en “Life´s greatest fool”, mientras Sin Griffin se aplicaba con la mandolina, siendo para mi uno de los mejores momentos de la noche.
Griffin nos obsequió con alguna anécdota sobre el homenajeado: al poco de mudarse Griffin desde Kentucky a California a finales de los 70´s , Gene Clark fue la primera y única «rock star» que fue agradable con él. Se lo encontró en una oficina de banco, tras una larga espera, la chica que estaba atendiendo (la definió como una «nice californian blonde «) vió a Gene con cara de pensar «que tío más guapo». Al atenderle, Clark le dijo: «quisiera hacer un ingreso de 4 dólares». Toda una ex-estrella haciendo cola para ingresar ¡4 dólares!
Pese a los intentos de Sid Griffin para conectar con el público, la respuesta fue más bien fría, y el concierto nunca llegó a explotar del todo , hasta que la gente empezó a reaccionar con el “Feel a whole lot better”, un poco tarde, puesto que fue la penúltima canción de la noche.
La noche dejó una sensación de frialdad, lo podría ser por el repertorio elegido, la mayoría de la obra en solitario de Gene Clark poco conocida para el gran público (aunque era la que RUDY Sessions tenía por objeto reivindicar). Pero lo que no se puede negar es que la banda hizo un homenaje sentido y sincero, del que pueden sentirse bien orgullosos. Gene Clark bien se lo merecía.
Texto: Pepe Delgado
Foto: José Luis Luna