Empezó a llamarme la atención la carrera de Cory Branan con su anterior disco, el espléndido Mutt, publicado hace ya un par de años. Desde entonces, Branan ha tenido tiempo de casarse, tener dos hijos y perder a algunos seres queridos, experiencias que, sin duda, forman la base de sus últimas canciones. Su nueva entrega llega con el irónico nombre de No-Hit Wonder (Bloodshot-Promola!) y con ella oposita directamente a la primera división de los songwriters norteamericanos. Porque sus canciones son capaces de mirar de frente y sin rubor a nombres como los de Ryan Adams, Justin Townes Earle o Tim Easton, y eso no es moco de pavo. Hablamos con el de Mississippi.
Antes de que me lo digas tú, como todos los músicos que presentan disco nuevo, ya te avanzo yo que este me parece tu mejor disco ¿un disco sin hits?
(Risas) Gracias. Bueno, el título es una referencia a la denominación “one hit wonder” que es la que usamos para definir aquellos artistas que tienen un hit y desparecen del mapa. La canción «The no-hit wonder» habla de todos esos artistas que siguen tocando de forma pasional y que no cambian para ir a favor de modas o conseguir estar en las listas de éxitos.
Te he leído decir que tu música no es para despedidas de soltera, sino otro tipo de música que alguien tiene que hacer ¿qué quieres decir con eso?
Solo que la gente utiliza la música en su vida de muchas maneras válidas, faltaría más. Hay lugar para la música festiva, pero también para la música más contemplativa y racional y esa es en la que me gusta moverme.
Creo que también has dicho que tu música es roots music con un poquito de bourbon. Me gusta esa definición…
Es que mi música llega un poquito al límite. Creo que podrías traducirlo como crudo. Creo que ese es el adjetivo que mejor le va.
Noto en este disco más variedad que en Mutt, que ya me parecía bastante heterogéneo.
Este disco es más corto pero más compacto. Mutt tenía cosas más desperdigadas. No-Hit Wonder es un álbum mucho más cohesionado que toca todos los palos de música de raíces que hemos aprendido la gente del Mississippi: blues, country, zydeco…
Sigues manteniendo esa extraordinaria capacidad narrativa, algo esencial en tus canciones.
Sí, siempre me han gustado las canciones que cuentan algo, alguna historia. Viviendo en el sur he estado expuesto a grandes narradores toda mi vida así que supongo que era lo que tocaba (risas).
Entonces ¿tienen algo de autobiográficas esas canciones?
Sí y no. Todas parten de la experiencia personal, aunque trato de refundir con esa historia cosas que las hagan más interesantes.
En la portada apareces durmiendo, en apariencia tranquila.
Pensé que sería divertido aparecer tumbado durmiendo sobre un fondo explosivo. Sólo estaba divirtiéndome.
Relacionado con eso, lo último que te quería preguntar es por el hecho de que definiría el disco como divertido, precisamente ¿lo ves así?
Claro. Estoy en un momento de felicidad en mi vida y creo que esos e transmite al disco. Sigue habiendo tristeza y pérdida en algunas canciones, pero con un atisbo de esperanza siempre.
Texto: Eduardo Izquierdo
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