Ya era hora de que Sleepy Sun vinieran a Barcelona sin formar parte de ningún festival, y más después de sacar a la luz un álbum tan redondo como Maui Tears. Si algo tienen en común sus discos es que te hacen viajar por una montaña rusa de emociones que atraviesa la oscuridad hasta llegar a pasajes musicales que rozan lo etéreo. Eso es lo que les hace destacar, ser diferentes. Tras la actuación de los jovencísimos e increíbles 1886, los californianos salieron al escenario y sonaron impecables desde el primer minuto. Bret Constantino se mostró entregadísimo en todo momento, proclamándose líder indiscutible de la banda y animando al público a bailar y divertirse. Y aún así, les faltó algo. Empezaron muy fuertes con White Dove y The Lane, dos temas cargados de energía y que dieron paso a un repertorio mucho más lineal, cogiendo un poco de cada álbum, a la ves que exento de esos altibajos musicales que caracterizan a la banda. Hubo maravillosas excepciones como fantástica Sandstorm Woman, con la que sí que consiguieron ponernos los pelos de punta. Acabaron igual que habían empezado: recuperando su primer disco Embrace, ésta vez gracias a White Dove. Con un cierre como éste, una se queda con la sensación de que, si se lo proponen, nos pueden hacer viajar mucho más lejos de lo que lo han hecho. Talento no les falta.
Texto y foto: Isabel Val
Cerraron con New Age 🙂