Cuando alguien tiene una carrera de compositor como la de Graham Parker te expones a conciertos irregulares en lo que se refiere al interés del repertorio, siempre sobra alguna, y faltan muchas. Pero cuando asistes al concierto de un interprete como Graham Parker, y si encima lo hace acompañado de Brinsley Schwarz, lo que no va a faltar nunca es intensidad y la sensación de vivir algo único y especial.
Abrió la noche Toni Monserrat. Se presentó él solo con su guitarra y sus canciones después de su espectacular concierto, con banda al completo, el sábado anterior en el festival de Pecan Pie. Un concierto breve, sensación de brevedad se me queda siempre después de verle. Deja con ganas de más. Por calidad de canciones, está en la división de honor de la música española con el catalejo puesto en el rock americano, y muy por encima de muchas bandas americanas que están en boca y oreja de la gente.
Y entonces llegaron ellos, Graham Parker y Brinsley Schwarz. No recuerdo en Palma un concierto acústico en que la gente (se rozó el lleno) estuviera tan receptiva y participativa, siempre entre el silencio reverencial y grito incontenido. Ayudó un Graham Parker afable, sarcástico y muy británico en sus comentarios entre canción y canción. Y la puntilla fue la guitarra de Brinsley Schwarz, uno de esos ejemplo de músico que sin aspavientos ni exhibicionismo gratuito hace mejores unas canciones que tampoco necesitarían mucho más salvo lo que él, justamente, hace.
El inicio fue espectacular, una detrás de otra, “Watch the moon come down” un sutil aquí estamos que hizo callar a todo los asistentes, “That´s what they all say” (que sonó a Dylan por los cuatro costados) “Stop cryin´about the rain” (joya de su último lp, todavía no lo bien considerado que se merece) y “Between you and me” (una favorita personal). Tras un comienzo como este, mantener el nivel era muy difícil. Y con lo altibajos propios de las preferencias que pueda tener cada uno, la impresión que me llevé es que ellos parecían disfrutar y el público también. Las tablas que dan los años se notan. Momentos para el recuerdo al final quedan unos muchos. El “Love gets you twisted”, que me trajo a la cabeza el “When I come around” que demuestra lo larga que es la sombra de Graham Parker. El encadenamiento de “White honey” “Passion is an ordinary word”, “Hold back the night” (ya más suya que de los Trammps) y “Hotel Chambermaid”, algo al alcance de muy poco repertorios. Un “Hey Lord, don´t ask me questions” que levantó los gritos del público, y que me emocionó hasta a mi, y eso que es una canción que no me termina de convencer, y no entraría en mi top 40 de Graham Parker.
Acabó el concierto con decenas de canciones que hubiera gustado escuchar, algo habitual en conciertos de gente de la talla de Elvis Costello, Nick Lowe o Graham Parker (ninguno de ellos se baja del peldaño más alto del podium), y que muestra su grandeza a la hora de hacer CANCIONES, así, con mayúsculas.
En el tercer tiempo del concierto, la afabilidad mostrada sobre el escenario se vio confirmada fuera de él. Fotos con quién se lo pidió y palabras agradables para todo el mundo. Como si estuviéramos en la puerta del Hope and Anchor en el año 76. A veces la vida te da oportunidades que no esperabas.
Texto: Pepe Delgado
Foto: José Luis Luna
Podeis ver más fotos del concierto en el facebook del fotógrafo José Luis Luna.
Aquí teneis un enlace a una del telonero de lujo Toni Monserrat Inc.:
https://www.facebook.com/photo.php?fbid=813347162029100&set=a.103437859686704.8314.100000614724225&type=1&theater
Que envidia!