El batería y vocalista de The Whybirds acaba de publicar su primer disco en solitario, You Get So Alone At Times That It Just Makes Sense. Un disco para el que recurrió al crowdfunding y que demuestra su acercamiento, también latente en su banda, hacia el country y los sonidos tradicionales de Norteamérica. Él mismo nos contó el porqué de esta aventura.
¿Qué diferencias hay entre hacer un disco con The Whybirds y uno en solitario?
Creo que el disco refleja una parte diferente de mi forma de escribir. He hecho canciones acústicas con The Whybirds como «Foolish Heart», «If You Stay With Me» o «Morva» pero el estilo de la banda es algo más eléctrico. Mi disco en solitario está lleno de esas canciones más ligeras, más country. The Whybirds solemos optar por las canciones felices y este es un disco de canciones tristes. Es una dirección distinta, y más si tienes en cuenta lo rockero que era nuestro último disco de banda.
¿Por qué necesitaste hacer un disco en solitario?
No creo que lo necesitara. Básicamente lo que pasó es que Tom Peters, productor de Cold Blue Skyd e The Whybirds, me preguntó en 2010 si quería hacer una grabación con él. Hablé con los demás para ver si veían algún problema pero nadie se opuso, así que en 2011 me fui al estudio con Tom. Grabé las quince partes de guitarra y las quince de voz en un solo día, aunque luego tres canciones no entraron en el disco y todos e quedó en doce. Poco después, Tom grabó todas las partes de batería. Tres meses después, Nick Mailing añadió el bajo, después Dave de The Whybirds añadió guitarras y mandolina y así sucesivamente. Creo que tardamos en grabar una semana aunque el proceso entero se demoró más de dos años. Fue algo muy gradual. Cuando acabamos pensamos ¡por fin!
Es verdad que el último disco de The Whybirds era más experimental y rockero…Tu disco es más clásico, quizá…
Estoy totalmente de acuerdo. El disco de The Whybirds es genial. Las canciones son fuertes y está arreglado y grabado de una forma diferente a como siempre habíamos trabajado. Puedo decir que las canciones eran fantásticas y no ser arrogante porque no eran todas mías (risas). Dave y Ben tuvieron mucho que ver también. Creo que con The Whybirds hemos abierto una nueva puerta y quizá podamos seguir adelante por ese camino. Estoy deseando grabar otro disco juntos. Además eso me deja más espacio para explorar mi forma más clásica de escribir.
¿Y cómo escogiste las canciones? ¿Las tenías previamente? ¿Las hiciste en aquel momento?
Sólo traté de escoger las canciones que mejor encajaban entre ellas de todo mi repertorio, las que consiguieran generar un disco más completo. Algunas son muy antiguas, de mi períodoen la universidad como «Hold on» o «When day is done». Otras fueron escritas poco antes de ser grabadas como «Three long days» y «( To Make it Worse) I’m Falling in Love Again”. Ahora que lo pienso, el álbum podría parecer un disco de ruptura o divorcio, pero las canciones son tan divagadas en el tiempo que hablan de diferentes personas. La mayoría de ellas son canciones muy honestas y personales, excepto quizá “One of us” que habla de forma más genérica de la gente, de cómo veo el mundo.
¿De dónde sale ese título tan largo?
(Risas) Pues pensé en llamar al disco “Para cada sueño que no se haga realidad” pero me aprecío un poco cursi. No tenía nada más en mente hasta que miré hacia un lado un día y vi un libro de Bukowski con el título final y pensé, es perfecto. La idea es que si te ha pasado algo similar a lo que me ha pasado a mí mientras escribía el disco te sentirás identificado con él.
He leído que tu disco suenan a los trabajos post-carcelarios de Steve Earle y al Band of Joy de Robert Plant ¿qué opinas?
Bueno, intentamos conseguir un sonido parecido a ese en cuanto a producción, no las canciones. Steve es una gran influencia para mí en todos los sentidos, pero Robert no. Aunque tantoa Tom como a mí nos encanta el sonido de Band of Joy tanto como el de Trascendental Blues de Earle, así que pensábamos en ellos cuando estábamos en el estudio. Las baterías, las guitarras…
¿Cuáles son tus partes favoritas del disco?
Creo que lo que más me gusta es cuando los músicos aportan cosas a las canciones. Por ejemplo el violín de «I don’t need you to tell me», el solo de piano de «You don’t know me» o el pedal Steel de «Dear Samantha».
Supongo que estás haciendo conciertos para presentar el disco ¿cómo son esos directos?
Bueno, todo lo que he hecho ha sido en solitario. Ahora haré una gira de doce fechas por Reino Unido y la mayoría también serán en solitario con la acústica. Alguno, eso sí, serán con mi banda de apoyo, que se llama The Penny Dredafuls y la verdad es que suenan muy bien.
¿Completas tus canciones con alguna versión de The Whybirds o de otros músicos?
Cuando estoy con la banda me gusta hacer «Powderfinger» de Neil Young. «Together tan the rest» de Bruce Springsteen o «I ain’t ever satisfied» de Steve Earle. Cuando estoy solo no lo hago tanto aunque me lo estoy planteando porque siempre queda muy bien. The Whybirds siempre hemos hecho buenas versiones como «Rosalita (come out tonight)» o «Fuckin’up».
Y la pregunta del millón ¿cuándo vamos a verte en España?
Me encantaría volver, aunque depende de nuestro agente (risas). Seguro que con The Whybirds volvemos en cuanto tengamos nuevo disco. Yo en solitario es más complicado pero me encantaría hacerlo.
Eduardo Izquierdo
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