Johnny Winter ha tocado su última nota. Al pie del cañón. Subiéndose al escenario hasta prácticamente el último día de su vida. Se va uno de los mejores hachas de blues de la historia. Todo un icono para guitarristas y aficionados que alcanzó su punto culminante de popularidad en los años setenta gracias a sus fogosas presentaciones en vivo registradas para la posteridad en álbumes legendarios como Live (1971) o Captured Live (1976) y a sus incendiarias revisiones de clásicos como «Johnny B. Goode», «Highway 61 Revisited» o «Jumpin’ Jack Flash».
Destacar asimismo sus discos para Alligator, sello emblemático del blues moderno, Guitar Slinger, Serious Bussines y Third Degree (registrados entre 1984 y 1986) dan forma a una trilogía de pura tradición blusera sin ninguna concesión a la galería. En su haber otros logros como revitalizar la carrera de Muddy Waters en Hard Again (1977), un disco absolutamente imprescindible, la última gran grabación del genio de Mississippi.
Atravesó malos tiempos luchando contra sus adicciones y durante las últimas décadas vivía al estilo de sus admirados ídolos, tocando sin parar pese a su delicado estado de salud y llevando la palabra del blues por las salas de todo el mundo.
Recientemente estuvo por aquí de gira, estas son las palabras que Edu Ferrer, promotor de la gira, le ha dedicado en su muro de facebook: ”Para el recuerdo su última actuación en la Sala Apolo de Barcelona el pasado 15 de mayo. Al terminar el concierto, hablamos un buen rato en la terraza superior de la sala, Johnny parecía un niño con zapatos nuevos diciendo que hacía años que no lo pasaba tan bien encima de un escenario. Dado su frágil estado de salud, fue enternecedor verlo tan emocionado. En fin, se nos va una leyenda del blues. Go Johnny go go!»
Sirvan como despedida. Descansa en paz Johnny.
Manel Celeiro
El mejor guitarra solista que he escuchado. El puto amo… El más grande