Encuentros

The Fakeband, Canciones para escuchar con gafas de sol…

THE FAKEBAND

Su primer disco, Too Late, Too Bad (Rock Indiana, 2011), cogió por sorpresa, agarrándonos de los huevos, a una gran parte de los fieles patrios al rock americano. Era imposible resistirse a darle vuelta tras vuelta a aquella grabación, adictiva, pegajosa, cuyas composiciones resplandecían en un paraíso de guitarras y armonías vocales. Dicen los que les han visto en directo, no he tenido todavía esa suerte, que no paran de crecer y de encajar pieza tras pieza en un rompecabezas mágico de melodía y electricidad que reconstruye desde Getxo el sonido californiano y el pop británico viajando desde Laurel Canyon hasta Picadilly en píldoras multicolores. En este 2014 ha visto la luz Shining On Everyone mejorando, todavía más si cabe, lo expuesto en su predecesor. Cálzate las gafas de sol antes de pulsar el play. Estas canciones deslumbran. Al habla Txomin Guzmán, guitarrista, cantante y compositor principal del combo.

Contadme un poco la historia de la banda y vuestro bagaje musical…

Llevamos muchos años tocando en otras bandas, mezclados, como músicos para otros, un poco de todo… La verdad es que la lista de grupos en los que hemos tocado unos y otros sería interminable.

Con Fakeband empezamos en 2011 por placer, para hacer unas cuantas canciones que teníamos hechas. Nos animamos y grabamos Too Late Too Bad, que editó Rock Indiana y la verdad es que tuvo muy buena acogida. Entre otras cosas fue el tercer mejor disco del año para Ruta 66… Hemos dado muchos conciertos y acabamos de sacar nuestro segundo disco, de nuevo con Rock Indiana, como ya sabéis se titula Shining On Everyone.

¿Cuál creéis que es la razón de que no dejen de surgir combos de rock clásico pese a la, desde luego aparente, caducidad del estilo y la escasa renovación del público rockero?

Supongo que salen porque es un estilo que perdura y a la gente le gusta tocar esa música, sin más. No me parece que escasee público. Fíjate en bandas como The Black Keys, Wilco, Tame Impala, Band of Horses… Todos vienen de una influencia clara de los 60, 70, dando su toque personal pero con referencias claras de los clásicos. Creo que desde los 80’s en adelante han existido modas y tendencias, unas me han gustado mucho y otras menos, pero siempre ha habido gente que ha sabido mantener el equilibrio entre la moda pasajera y efímera y la base del blues el country y el rock de los 50, 60, 70… siempre ha estado ahí.

Hay un gran equilibrio entre los sonidos americanos y el toque británico en vuestras canciones… Aunque en este segundo disco parecen ganar posiciones los sonidos ingleses…

Es un poco lo que te comentaba antes. Hemos oído y tocado mucha música: pop, rock, jazz, soul… y queríamos que eso se reflejara en lo que hacemos. No limitarnos a un estilo concreto y encorsetarnos. La idea es ir mezclando influencias e intentar no repetirnos. Tratar de hacer algopropio mezclando lasinfluencias de todos los miembros del grupo y dando nuestro toque propio. Es muy posible que en este disco se note más la influencia del rock y el pop británico, no lo sé. Desde el punto de vista del autor es difícil verlo claro.

Too Late, Too Bad tuvo una gran acogida entre los medios y parece que Shining On Everyone va camino de lo mismo. ¿Qué valor tiene para una banda esta reacción?  Contáis además con el beneplácito de un buen número de blogs que no cesan de apoyaros….

El primer disco tuvo muy buenas críticas y acogida en general.

Con este segundo estamos muy sorprendidos y agradecidos con la reacción de la gente que lo ve como un paso adelante con respecto al primero.  Es una enorme satisfacción ver que el trabajo que haces lo valore la gente.

El apoyo de gente de blogs se agradece mucho. La mayoría no son profesionales pero tienen mucho criterio y cierta repercusión en las redes.

Además es gente que escribe por amor al arte y sin cortapisas de ningún tipo lo que da un valor añadido a la crítica positiva que nos hacen. Lo valoramos y agradecemos mucho.

Al final tienes que llegar a los canales “grandes”, pero los blogs cuentan y son una gran ayuda para la promoción del disco y los conciertos.

La tarea compositiva recae en tu persona Txomin. ¿Llevas los temas completamente terminados al local o bien le dais el acabado final entre todos?

No tenemos todo el tiempo que quisiéramos para dedicarnos a ensayar así que llevo los temas bastante avanzados, además, por mi forma de componer una canción a veces parte de un arreglo de bajo por ponerte un ejemplo. Pero los temas los terminamos en el local con la aportación de todos los miembros del grupo.

Habéis grabado en casa. El primero en los estudios de Alberto Rodríguez y el segundo en Sopelana, en los Sweet Saul Music. ¿Mejor confiar en lo conocido que probar fortuna por ahí?

Sobre todo por las limitaciones presupuestarias y la comodidad. Pero también somos conscientes de que aquí mismo hay grandes profesionales que hacen las cosas tan bien o mejor que en cualquier otro sitio. Además somos amigos y hablamos el mismo idioma, nos entendemos de la misma. Las dos experiencias han sido buenas y estamos satisfechos con el resultado.

¿Cuál es vuestro protocolo en el estudio? ¿Os gusta grabar juntos en directo para capturar la inmediatez o preferís la perfección del paso a paso?

Este disco lo hemos grabado con Saúl en directo todo menos la voz. Nos metimos en un cuarto juntos, sin auriculares ni claquetas ni nada que nos haga sentir “raro”. En dos tardes grabamos todo. Es la mejor forma de captar el sonido real del grupo. Luego nos liamos con voces, teclados, coros, alguna guitarra doblada, pero la base es en riguroso directo. Creo que por eso suena de esa forma tan natural.

 

Uno de los grandes atractivos de vuestro sonido son las armonías vocales y el trabajo de guitarras. Puede parecer sencillo tratándose de rock pero desde luego que no lo es. ¿Cómo trabajáis esos dos aspectos?

Llevamos mucho tiempo haciendo armonías. Siempre nos ha gustado cantar juntos influenciados por Beatles, The Band… Al final lo hacemos de forma natural. Más o menos sabemos quién hace las voces más altas, más bajas, falsetes… Es un poco nuestro sello. Realmente son armonías muy sencillas pero dan mucha vida a las canciones. Lo mismo con las guitarras; nos gusta trabajarlas, que nos se pisen unas a otras si no que todas aporten arreglos para que las canciones crezcan, que al final son lo más importante.

¿Cómo es un  concierto de The Fakeband?

Acabamos de presentar el disco en Bilbao en el Kafe Antzokia hace solo unos días. Ha sido un concierto muy especial por el hecho de tocar el disco por primera vez y porque la sala se llenó hasta la bandera y todo salió a pedir de boca. Así que, todavía con la resaca de tan buenas sensaciones te diré que estamos sonando mejor que nunca y que las canciones ganan mucho en directo. Somos un grupo de directo, nos gusta mucho tocar juntos y creo que se transmite al público.

Habéis participado en homenajes a Bob Dylan, a Neil Young y, dentro del ciclo Izar & Star, a The Band.  ¿Qué tal la experiencia?

Muy buena experiencia en la tres cosas. Es muy divertido, un placer preparar y tocar canciones de los grandes. Además nos ha dado la oportunidad de llegar a mucha gente.

Para esto ha sido importante la colaboración de Joserra Rodrigo, quien además de aportarnos su inestimable entusiasmo, fue quien nos invitó a participar en el homenaje a Dylan en Bilbao y al festival en honor a Neil que se celebró en Frías, Burgos.

Parece que el rock hecho en Euskadi ha cambiado mucho. Del punk y el rock radical vasco hemos pasado a una abundancia de bandas que toman caminos basados en el rock, el blues y los sonidos americanos de raíces.  ¿A qué atribuís este cambio de orientación? A las condiciones políticas y sociales, a una nueva generación de músicos….

Creo que las dos cosas que mencionas son importantes y consecuencia la una de la otra. Los 80 fueron años duros en Euskadi de crisis económica, terrorismo brutal,  heroína, paro…. Supongo que se reflejaba en la música combativa y llena de rabia que hacía la gente joven que lo tenía bastante difícil. Todo eso dio paso a una situación en general más favorable y la gente empezó a expresarse de otra manera.  Hay un libro titulado Hierro, Lluvia y Rock and Roll, de Álvaro Heras, muy recomendable sobre este asunto.

Manel Celeiro

Versión completa de la entrevista aparecida en el número 314 (abril 2014) de Ruta 66

 

 

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