El joven guitarrista y cantante de Wisconsin se está ganando un lugar en el corazón de los aficionados norteamericanos del blues rock. Apenas sobrepasadas las dos décadas de vida ya cuenta con un buen número de actuaciones a sus espaldas, algunas abriendo para nombres notables del género, pese a su exigua producción discográfica. Dos E.P.’s, uno en directo y otro en estudio, configuran todo su material editado. Discos que se han unificado en un solo compacto para promocionar su próxima visita a Europa. El chaval tiene talento interpretativo, habilidad, esmerado toque y ajustado tono vocal, pero cae en la misma trampa que todos los aspirantes que levantan la mano anualmente para ocupar el lugar que dejó vacante el último héroe blanco del género, el gran Stevie Ray Vaughan, que es priorizar la técnica por encima del sentimiento y la pasión. Así como aproximarse a sonidos más duros o dejarse atrapar por detalles comerciales en aras de aumentar el abanico del público al que poder llegar. En las diez canciones que contiene Old Glory & The Wild Revival podemos encontrar un poco de todo lo antes citado. Temas para todas la orejas que rozan el AOR, «Let You Go», «All Your Pain», medios tiempos de modulación sureña, «Sometimes…», trote al estilo tejano, «Can You Feel It» o hard («Playing for Keeps») acompañando acordes de blues rock más ortodoxo como «Get Down», «Blackfoot» (excelente trabajo a las seis cuerdas) o «Take My Hand» y también la revisión acústica de un clásico de Robert Johnson, «Come On in My Kitchen». Esperemos a verle en directo para juzgarlo con más conocimiento de causa.
Manel Celeiro