Estaba cantado. Que la banda de Mick Collins acabara cayendo en las manos de Jack White y Third Man Records era sólo una cuestión de tiempo. No en vano, el hombre que nunca toma el sol ha declarado que “son la mejor banda de garaje de los Estados Unidos desde los 60. Muy primitivos. Hacen que la gente con Les Pauls y Marshalls parezcan idiotas”. Que la banda y White Stripes sean de Detroit no era sino la cuadratura del círculo. Por eso el antiguo líder de The White Stripes edita en su disquera ahora un directo que recoge a esta panda de bestias pardas en sus inicios, en 1988: The Shaw Tapes: Live in Detroit 5/27/88. Una banda que se presentaba encima del escenario con dos guitarras, sin bajo y con una mujer a la batería absolutamente demoledora. Eso es lo que reflejan los 13 temas de este disco en los que combinan temas propios con versiones más o menos previsibles de los Stooges o John Lee Hooker. Canciones desquiciadas que van del punk más salvaje a los ecos de la guitarra de Bo Didley con una pasmosa naturalidad y una audiencia que, a pesar de las limitaciones de la grabación, se muestra entregada en todo momento. Que la grabación tenga 25 años es casi una mera anécdota.
Eduardo Izquierdo