Encuentros

New Model Army. Llorando furiosos a los dioses del destino

Formados en Bradford en 1980 en el corazón del afterpunk y la new wave, desafiaron una avalancha de bandas brutales mas pendientes de movimientos estéticos, que de raíces sonoras: The Cult, Sisters of Mercy, The Mission, Devo, The Cure, Stranglers, Escape with Romeo, The Smiths, Godfathers… Jugaron mas con el pop melódico y la tecnología en clave rock. Aunque se les situó a medio camino entre U2 y The Alarm, nosotros preferimos buscarles su hueco entre el punkrock combativo de The Clash, Los vagabundos del mundo moderno Thin Lizzy y las atmósferas folk de Waterboys; un toque de pub-rock Dr. Feelgood, todo ello combinado con poética celta e historia de batallas militares perdidas, donde el honor, la gloria y la derrota alimentan el espíritu perdido del mundo moderno. Con una nueva arma bajo el brazo, Between Dog and Wolf, mezclado por el ingeniero de sonido Joe Barresi (Queens of the Stone Age, Tool o Bad Religion), se reúnen en comando para visitarnos, cita más que obligada para aquellos que nunca nos desprenderemos de nuestra adolescencia con Thunder and Consolation. Las fechas de la gira: 25/10 Music Hall Barcelona, 26/10 Rock City Valencia y 27/10 Caracol, Madrid.

– Este verano tocasteis en el Rebellion Festival de Blackpool. ¿Qué tal fue reencontraros con bandas de vuestra generación y algunas anteriores como Buzzcocks, Damned, Sham69, Business, G.B.H., Misfits, Adolescents, Eddie and the Hot Rods…? 

Fue realmente bueno a la vez que extraño, ya que el resto de bandas eran demasiado punk comparadas con nuestro sonido, incluso podías escuchar temas reggae. No estábamos muy seguros de encajar en el cartel y menos aún de querer tocar. Yo había estado el año pasado porque un amigo mío actuó allí, así que, sea cual sea la razón decidimos ir y la verdad es que nos lo pasamos genial.

– Cuéntanos como fue la transición después de «Vengeance» y «The Ghost of Cain», de incorporar violín y teclado, consiguiendo un mimetismo perfecto entre la electricidad y la guitarra acústica, buscando esas raíces más folk, haciendo brillar más la poética de la letra hasta el clímax de «Thunder and Consolation», supongo que la temática militar requería esos toques instrumentales antiguos.

No, a diferencia de lo que mucha gente cree, nosotros nos consideramos músicos por encima de cualquier faceta, así que la música siempre viene primero en cualquiera de nuestras composiciones. La gente a menudo me pregunta por los violines y lo cierto es que aparecieron por pura casualidad. Estábamos en el estudio haciendo Vagabonds, que era un tema que se había compuesto con teclados. La idea de incluir violines fue posterior. Encontramos a un violinista cerca del estudio, que resultó ser Ed Alleyne-Johnson, con quien sentíamos una admiración mutua, le invitamos a que pusiera unos violines y bueno, nos encantó el resultado.

– Después de la trágica muerte de Rob Heaton tu batería más permanente, y tus proyectos en solitario, como fue reunir otra vez la banda haciendo discos más introspectivos, buscando ese espíritu trovadoresco y menos agresivo y eléctrico, supongo que el mejor homenaje que podías brindarle era seguir con la banda activa.

Hacía tiempo que se le había detectado el cáncer a Rob, desde el año 1998 a pesar de que no fue hasta el año 2004 cuando falleció. Durante ese tiempo él siguió como batería de NMA hasta que la enfermedad no le permitió continuar, por suerte pudo finalizar Strange Brotherood. Es una personalidad muy presente en la banda a pesar de no estar ya entre nosotros. Michael entró a substituirle, fue un cambio muy orgánico porque ellos eran amigos. No estoy muy seguro de que su muerte haya hecho cambiar en exceso el sonido de la banda. Eight fue como una especie de atmosfera hard-beat, Carnival más oscuro…y después Today is a Good Day donde hay más peso político y que a su vez vuelve a ser distinto a los anteriores. Mi conclusión es que era una búsqueda de elementos distintos. Tú has mencionado el componente folk, de algún modo pensábamos que nos habíamos estancado en ese ingrediente folk y nuestro objetivo claro era que no queríamos quedarnos estancado en ningún punto. Es un viaje.

– Qué sentiste cuando Sepultura, una Banda tan lejana en sonido, pero tan profunda en sus raíces ancestrales como vosotros, versionara vuestro tema «The Hunt».

Nos conocimos cuando estuvimos en Brasil y de algún modo nació un tipo de amistad y algo más tarde hicieron la versión The Hunt, no muy diferente, no cambiaron muchas cosas.

– «Gimme Shelter»… Los lobos rabiosos conocen al Tigre de Gales Tom Jones… 

Sí fue muy bueno. La idea fue a través de una organización en favor de los sintecho. Conseguimos el permiso de los Rolling Stones y la grabamos en Londres, una vez grabada me fui a Los Ángeles con las cintas y allí él grabó. El modo fue curioso porque me dijo ‘tú eres el cantante de esta banda, así que también vas a cantar’. Pidió que pusieran dos micrófonos y que cantáramos uno frente al otro. He de reconocer que es uno de mis momentos favoritos en un estudio de toda mi vida. Estoy muy orgulloso de eso.

-Suena divertido.

Sí, ya sabes, él es un viejo rockabilly…

 – ¿En qué momento descubres  el poder del rock y, en su medida, su efectividad como arma para criticar, para luchar como abogados de la clase humilde, paria y trabajadora, siguiendo las consignas de Billy Bragg, y para ondear banderas de libertad? Tal vez podríamos hablar de ’51 State’ del álbum  Ghost of Cain.

Siempre hemos estado rodeados de ese halo de libertarios y críticos, pero no creo que lo estemos en el mismo sentido que otros artistas como Billy Bragg o Rage Against the Machine. Creo que su música es el hilo conductor de sus pensamientos, claramente reflejados en sus letras. Ellos tienen una filosofía política y utilizan la música para comunicarla. Yo no creo que seamos tan evidentes en este sentido. Para nosotros la música viene primero, siempre antes que las letras. Mi interés reside en escribir aquello que sucede en el mundo y por lo tanto no estamos al mismo nivel que Billy Bragg o Rage Against the Machine. Intentamos que quede clara nuestra postura pero no cantamos nuestros principios porque creemos que eso no da para mucho más de dos álbumes. Así que nos consideramos más unos reporteros de lo que sucede en el mundo que no unos músicos políticos. Así lo hemos pensado desde que hicimos Vengeance. Para nosotros Vengeance no tiene un punto de vista político del todo correcto porque está hecho desde la emoción, así que podemos decir que es una reacción desde nuestros sentimientos más que desde nuestros pensamientos. Pero sobre todo no es filosofía, sino reacción.

Irrumpisteis en una escena donde los valores punk y el honor era algo sagrado, veníais de un entorno de clase trabajadora. Editáis Vengeance en 1984, le sigue un año más tarde No Rest for the Wicked y parece que con The Ghost of Cain en 1986 la banda se escapa por una brecha hacia la popularidad irrumpiendo muy fuerte en una escena más comercial. El single «No rest for the wicked» se cuela en el top 30. Le seguirán las gemas «Poison Street» y «51 State»… ¿hubo un proceso detrás?

Bueno, esto está algo conectado a lo que hemos hablado antes, hicimos los dos primeros discos con fuertes convicciones hacia la política de Ms. Thatcher, pero nuestro modo de trabajar reside en no repetirnos en nada. Con The Ghost of Cain dejamos un poco de lado ese sentido político tan evidente, a pesar de ‘51st State’. Nos centramos más en escribir sobre relaciones humanas, familiares. En el último disco hay referencia a la sociedad Egipcia, eso es porque hace un par de años estuve allí.

– A propósito de la irrupción en la escena comercial, supongo que erais conscientes de que mucha gente bailaba vuestras canciones sin conocer el nombre de NMA…

-Sí, lo fuimos, y tampoco es algo que nos molestara. El proceso fue de lo más simple: haces música que te gusta a ti, después resulta que le gusta a un gran número de gente y más tarde resulta que se te ha ido de las manos, pero no lo vimos desde un aspecto negativo, sino algo que pasó a ser de dominio público. Estamos orgullosos de que le gustara a la gente así que dejamos que siguiera su curso. Creo que la gente, y el resto de bandas, percibieron mejor esto. Para nosotros lo importante es tocar y nos da igual si estamos tocando en un club para 200 personas que si lo hacemos en un estadio para 5000. Nuestra actitud es la misma, a pesar de lo que se haga o donde pueda sonar nuestra música. Para nosotros está bien que la gente escuches nuestros discos y cante nuestras canciones en los clubs, pero nuestro propósito en trabajar en nuevas canciones y en nuestras ideas, a pesar de cual sea el resultado final con la audiencia.

– Ya han pasado 33 años desde  Vengeance, y eso es mucho tiempo para una banda, a pesar de tus proyectos y giras en solitario. El nuevo álbum Between Dog and Wolf  vuelve a poneros en marcha. Qué os ha hecho no deteneros a pesar de tanto camino recorrido?

Nuestra filosofía, hacer cosas nuevas, decir otras cosas que no hayamos dicho antes, y lo más importante de todo, sentir las ganas y la magia para volver a plasmarlo en un disco.

-¿Cómo fue entonces el proceso de grabación, a la hora de aportar las nuevas ideas?

Hasta ahora sólo habíamos grabado dos álbums siguiendo la fórmula de ‘una-banda-en una-sala-de-grabación’. Hemos probado cosas distintas en cada álbum y en éste hemos recogido todos los elementos de nuestra carrera y los hemos volcado en este trabajo. Desde grabar en directo, añadir sonidos en la producción y darle muchas vueltas a cada uno de los temas hasta llegar a la idea de que cada uno de ellos tiene todo lo que necesita para ser un buen tema y no repetirse con los anteriores trabajos. Nos gusta la tecnología y no nos asusta utilizarla.

-Hemos notado una cierta homogeneidad en Between Dog and Wolf. No he encontrado aquellos temas tan musicalmente rápidos como Vagabonds o Poison Street, sino que he notado una línea similar entre ellos…

Yo creo que los temas encajan unos con otros. Intentamos hacer un álbum al viejo estilo, que los temas fueran encajando los unos con los otros y que al final el álbum funcionara como un todo.

-Al escuchar el disco presiento que está más enfocado a la poesía. Tu voz suena clara y directa, por encima de los instrumentos.

En un principio había guitarras rítmicas demasiado elevadas de volumen. Nos pareció que debíamos bajar ese volumen y por eso suena mi voz tan nítida por encima de los demás instrumentos. También eliminamos los bajos cuando consideramos que sobrecargaban las canciones. En el disco hay una gran importancia de la batería, las percusiones en sí, para poder dar ese protagonismo hubo que hacer menguar algo del resto de los instrumentos y uno de los motivos por los que escogimos a Ceri Monger para grabar el bajo es porque él también es batería y puede llegar a conseguir esa homogeneidad entre ambos instrumentos. A nivel de letras, no es un disco donde haya grandes consignas, no es un disco tan político como los anteriores a pesar de que sí haya temas como “Tomorrow Came”. Es un disco sobre personas y las relaciones humanas que no sobre el sistema político y la sociedad regida.

-Habéis dicho que este es vuestro mejor álbum…

No exactamente. Es nuestro mejor álbum a nivel de calidad de sonido. Creo que si buscas un mejor disco de NMA estará ligado al tu estado de ánimo. Unas veces te apetece Thunder and Consolation, otras The Love of Hopeless Causes y otras Between Dog and Wolf porque no puedes compararlos estrictamente. Creo que de todos ellos, Between es el que mejor suena. Contamos con la mezcla final de Joe Barresi, que ha trabajado con Soundgarden o Queens of the Stone Age. Además el álbum se grabó en su propio estudio de Los Angeles.

-¿Y cómo surge la idea de trabajar con Joe Barresi?

En un principio queríamos hacerlo nosotros, probar todo aquello que tuviéramos en la cabeza y que fuera surgiendo durante el proceso de grabación. Al final decidimos que queríamos la aportación de uno de los mejores, y nos vino a la cabeza el nombre de Joe Barresi. Había otros nombres, tal vez dos o tres más, pero nosotros queríamos a Joe y nos encantó que accediera a trabajar con nosotros.

-Y para la gira de presentación vais hacer alrededor de 40 conciertos en tres meses. ¿la experiencia os mantiene fuertes?

Absolutamente, nos sentimos muy en forma.

-Hay tres fechas en España: Barcelona, Valencia y Madrid. ¿qué nos puedes decir del público español?

 Nos encanta, realmente nos encanta porque es un público entregado y muy pasional. Y no todas las audiencias son pasionales. Si me preguntaras por el público inglés no podría decírtelo lo mismo. El público español es apasionado y se muestra apasionado. No dudo que el inglés también sea apasionado, pero le resulta embarazoso demostrarlo. Nos gusta tocar en países como Polonia, Turquía o España porque disfrutan de la música de un modo muy natural y expresivo. Así que ya sabéis, venid al concierto y disfrutaréis tanto como nosotros.

 

Texto: Abel Muñoz y Mario X

Foto: Matt Reid

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