Disco debut de este joven trío británico de blues. Grabado en tan solo dos días, uno para la base instrumental y un segundo para las partes vocales, suena fresco y atrevido pese a que todo no son flores. Compuesto a medias por temas propios y versiones la grabación tiene muchos altibajos y no parece haber sido registrada de esa manera tan directa y urgente. No cabe duda de que los chavales, Jon Reed (bajo), Matthew Doxy (batería) y Chris Wragg (guitarra y voces), han mamado la esencia de tan venerable estilo y que sus prestaciones instrumentales están a la altura pero cuando hablamos de blues eso necesita ir acompañado de garra, estómago y sentimiento a flor de piel. De algo más que la simple efectividad técnica. Y eso es lo que falla en determinadas ocasiones dejando cojo el resultado general del compacto. Alcanzan nivel en una recreación del inmortal «Hideaway» de Freddie King y también en un original suyo, «Blues For Buddy Guy», y convencen dando cera en dos clásicos del nivel de «Rollin’ and Tumblin’» (con una buena slide) y, especialmente, en un salvaje «Mannish Boy» pese a ser dos composiciones de repetitiva presencia en muchos discos del género pero luego, incomprensiblemente, pierden fuelle y suenan blanditos y flojos en temas como «Blinded By The Devil» y demasiado ortodoxos en «Cat Fish Blues».
Manel Celeiro