Steven Munar ha decidido aparcar, solo momentáneamente, su carrera para retomar de manera puntual a The Tea Servants, el grupo con el que empezó a asomar cabeza en el mundo del rock de este país. Reeditan Police Looking After Thieves, su disco más recordado e irreverente, editado hace 15 años y lo celebran interpretándolo de principio a fin en la sala 2 de Apolo, el 4 de Enero dentro de los Caprichos de Apolo. Hablamos con él, claro.
¿Qué os lleva ahora a reeditar el disco de The Tea Servants?
El tema empezó cuando varios amigos nuestros de Mallorca nos comentaron que estaría bien remasterizar este disco ya que consideraban que era nuestro trabajo más original pero con un sonido que no le hacía justicia. Así nos fueron pinchando hasta que finalmente decidimos hacerlo y el momento adecuado ha sido este. También, y a un nivel personal, es una forma de reivindicar un repertorio y un estilo que poco tiene que ver con mi último disco Break The Rules! pero que considero muy interesante.
Incluís cuatro temas inéditos ¿encajan en el disco? ¿Son de la época o grabados actualmente?
Los 4 temas están extraídos de ensayos de la época. En aquel momento nuestro guitarrista, Sergio Fuster, grabó muchos ensayos y jams que hacíamos en el local, de hecho hay bastantes más temas que podríamos haber elegido pero por la calidad de la grabación o de interpretación decidimos que estos eran los más apropiados.
¿Definían a la banda las versiones de Iggy y Bowie que aparecen en la edición especial?
No, no creo que definieran ni el sonido ni las intenciones de la banda en aquel momento. De hecho recuerdo haciendo una versión bastante punky del «Lucifer Sam» de Pink Floyd que se acercaba más a la actitud que teníamos pero estas canciones de Iggy y Bowie nos resultaban especialmente divertidas tocarlas.
Hacéis un concierto único en enero para presentarlo ¿qué veremos? ¿Habrán solo canciones de The Tea Servants o también temas de tu carrera en solitario?
Sí, sólo haremos un concierto y será en Barcelona el 4 de enero dentro del ciclo Los Caprichos del Apolo. La formación original que grabó el disco nos hemos reunido especialmente para la ocasión y sólo tocaremos el repertorio 95-96, nuestra época en Grabaciones en el Mar.
¿Qué hay de las canciones de The Lunatics o The Miracle Band? Habrá espacio para ellas?
No, ni siquiera para la segunda etapa de The Tea Servants, la de Houston Party Records, que es una etapa más pop. La intención de esta actuación es reflejar la intensidad y la energía y las ganas de crear un estilo propio que nos movieron cuando montamos el grupo.
Creo que la historia no tendrá continuidad ¿no?
No, en principio es algo muy puntual. Aunque nunca se sabe…
Explícame como se enfrenta un músico a un disco que grabó hace tanto tiempo como tú este.
La verdad, fácil no ha sido. Ya cuando estábamos en plena remasterización recuperar esas canciones, ese sonido, esas ideas extravagantes me resultaba chocante, y más aun volver a tocarlas. Pero es un disco del que me siento orgulloso.
¿Cómo calificarías tu carrera desde entonces?
Bueno, ha habido varias etapas. Después de la época de Grabaciones en el Mar hubo una reestructuración en The Tea Servants y estuvimos 3 años sin editar disco hasta Higher (2001) que contiene nuestra canción más popular «I wanna be J. J. Johanson». Ese disco ya abría nuevas vertientes; un gusto más por el folk, el pop más añejo que, bajo mi punto de vista quedó mucho mejor plasmado en nuestro último disco y uno de mis favoritos Travel West (2003). Después de esto empecé mi carrera en solitario y me quité varios de los lastres que acarrea llevar una banda. Me sentía más libre para componer cualquier cosa que me motivara y más ligero. En mis últimos discos he ahondado más si cabe en el folk, en el country, en el blues sin olvidar mi lado pop.
¿Qué crees que ha cambiado entre el músico que estaba en The Tea Servants y el que grabó, por ejemplo The Language of The Birds?
A un nivel filosófico hay una gran diferencia entre los Tea Servants del principio y mi carrera en solitario. En esa primera etapa hay muchas ganas de romper esquemas, una actitud ligeramente chulesca e incluso con ganas de molestar un poco. Después la cosa se fue suavizando y mi etapa en solitario es incluso opuesta a esa filosofía inicial; busco la armonía, las raíces y la no agresividad.
Eduardo Izquierdo