Encuentros

Arte punk: Tres preguntas a Johan Kugelberg


Conocí a Johan Kugelberg por trapicheos editoriales: él me proporcionó la imagen de portada para la edición definitiva de Feed-back/The Velvet Underground: Legend Truth. Nunca se lo agradeceré lo bastante. Kugelberg era ya conocido como asiduo escriba de esa biblia garagera que es el fanzine Ugly Things y fue principal editor de The Velvet Undeground: New York Art, el espléndido libraco gráfico editado por Rizzoli. Todo ello mientras regenta la galería de arte/librería especializada en cultura pop, Boo-Hooray, en el 265 de Canal Street, Manhattan. Autor de una reciente novela, Brad Pitt’s Dog, de una crónica del surgimiento del rap/hip-hop titulada Born in the Bronx, ahora presenta otro voluminoso tomo de Rizzoli, Punk: An Aesthetic, en el que junto a Jon Savage documentan el aspecto visual del punk-rock desde sus orígenes. Kugelberg responde a tres cuestiones sobre este perfecto regalo navideño para espíritus rebeldes. Cada día nace uno tal y como está el patio…

 

¿Cómo describirías, en cada caso, la participación en Punk: An Aesthetic de Jon Savage, William Gibson, Linder Sterling y Gee Vaucher?

En el caso de Jon Savage, el proyecto comenzó con él encargándose del ensayo central para el libro. Por nuestra amistad y la eficiencia con que examinamos juntos toda clase de archivos sobre el asunto, unido esto a nuestras distintas perspectivas, pues él estuvo ‘’allí’’, yo no, pronto se hizo evidente que la selección e identificación de los materiales era un proceso de reciprocidad. De ahí que aparezca como co-editor del libro.

William Gibson, el autor cyber-punk, es un viejo amigo, y un muy valioso científico forense de los tiempos y las costumbres. Además, es una de las pocas personas que conozco que: 1) compró el álbum The Velvet Underground & Nico la semana de su lanzamiento, 2) estuvo en Woodstock pero aquello no le causó demasiada buena impresión, 3) abrazó de inmediato el punk mientras éste emergía a tiempo real, y 4) tiene un intelecto súper afilado que le ayuda a contemplar el cuadro general. La dialéctica que mantenemos Bill, Jon y yo, creo que es la clave del libro.

Por su parte, Linder Sterling diseñó el fundacional single de Buzzcocks «Orgasm Addict» y Gee Vaucher creó la espartana imagen gráfica de Crass. Ambas proporcionaron imágenes verdaderamente importantes al proyecto, y no sólo aportaron una perspectiva femenina, también el punto de vista de artistas visuales con una amplia actividad antes, durante y después del punk. Sus ensayos han sido muy importantes para este libro.

 

¿Qué podemos aprender de la estética punk que sea útil para este mundo actual dominado por internet y la velocidad informativa?

Que, según la opinión de Jon Savage y la mía propia, el legado del punk íntimamente contenido en la estética mostrada, nos enseña que gracias al mismo la distancia entre el impulso de arranque del Hazlo-Tú-Mismo y su ejecución final disminuyó de manera importante.

 

¿Cuál es tu artefacto favorito incluido en el libro y por qué?

El logo para el grupo Screamers de Gary Panter, la imagen de la portada del libro, es muy esclarecedor: los Screamers nunca publicaron un disco, pero a lo largo de las décadas su presencia y discurso han crecido hasta un punto en que dicho grafismo está por todas partes. Más de 150.000 personas han visto el vídeo de los Screamers interpretando «122 Hours of Fear» grabado en 1978. Revelador, ¿uh?

Ignacio Julià

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