Quinto álbum del siempre interesante Cam Penner, francotirador folk que encuentra en la turgencia de su sonido la máxima expresión de su música. Al sonido herrumborso y metálico del tema que le da título le siguen melodías más convencionales cargados de banjos, ukeleles y guitarras acústicas. Canciones que recorren la vida de un Penner que abandonó su ciudad natal para recorrer las autopistas y carreterras secundarias de los States en busca de historias que iluminaran su música.
Visitante habitual de centros de desintoxicación, refugios y colas de beneficencia, Penner lleva en sus carnes la realidad del vagabundo y su música, aunque bella a veces como en pasaje instrumental de «Rivers Forgotten», recoge esa herencia cruda y angosta. Músico por obligación, ante la necesidad de encontrar en las salas donde le dejaban tocar un lugar en el que dormir, Penner entrega con este disco nuevas texturas que añadir a su ya amplia gama de sonidos en una sinfonía de nuevo apta sólo para perdedores.
Hank C. Jr.