Que alguien como César Pop venga a presentar su excelente Te Llames Como Te Llames a Barcelona y sólo nos plantemos en la sala 19 personas tiene delito. Y no, no me sirve que fuera el fin de semana del Primavera Sound. De hecho me recordó, y mucho, a la primera vez que Quique González, buen amigo de Pop, por cierto, se presentó con su primer disco bajo el brazo en la Sala Bikini. En aquella ocasión fueron 17 personas, 10 amigos del propio Quique. O sea que César le gana por 2. Curiosamente si contáramos toda la gente que asegura que estuvo aquella noche en Bikini llenaríamos 3 salas. Sólo espero que César Pop siga la misma suerte y reconocimiento que Quique, porque lo merece.
El concierto fue de menos a más. Pop demostró su maestría a la guitarra y al piano, y se mostró además como un excelente vocalista que tiene mucho que aportar en esa faceta a la música hecha en este país. Además se le notaba cómodo y eso hizo que estrenara varios temas que apenas contaban con unas horas de existencia. Del resto destaca como bordó «La próxima montaña», emocionó con ese «Lo que queda» que cedió para el último disco de Los Madison, nos vaciló con «La Matadora» y su amigo Dani Flaco haciéndole compañía en el escenario, convirtió en un clásico, si ya no lo era, la ranchera «Flacos y Famosos», demostró que a «Magia» le sienta mejor la voz de su autor que la de Iván Ferreiro que fue quien la grabó, y nos robó definitivamente el corazón con una versión de «Paraules d’Amor» de Serrat absolutamente emotiva. Si esto de la música fuera justo este tipo se comía el mundo. Firmado, yo.
Eduardo Izquierdo
FOTO: Silvia Beltrán
