Laura Gibson nos tiene acostumbrados a trabajos más que destacables. Poco importa que algunos se hayan empeñado en colocarla en la denostada denominación de “indie”. A la norteamericana le ha dado igual y ha sabido, disco tras disco, labrarse una carrera capaz de superar cualquier lacra en forma de pesada e insulsa etiqueta. La Grande es su nuevo disco y en él, acompañada por gente de Calexico, The Dodos o The Decemberists, vuelve a dar en el clavo.
Gibson es de esas cantantes capaces de provocar que tu oído preste más atención a algo. Que se concentre en captar hasta el más mínimo detalles. Susurra, como siempre, seduce y traspasa las fronteras epiteliales para llegar mucho más adentro. Allí donde se cuecen los sentimientos. Murmulla, como en la tierna «The Rushing Dark», nos acaricia el mentón en «Crow/Shallow» y nos conquista cono «Time Is Not». Nosotros nos dejamos llevar. Le decimos que sí. Que sí a todo, claro, cómo negarle algo, y volvemos a sentir el terciopelo que sube por nuestra espalda de su mano. De mano de La Grande.
Eduardo Izquierdo