MES NEIL YOUNG
Acabamos nuestro mes dedicado al caballo loco canadiense con este último informe. Teniendo en cuenta que la discografía pirata de Neil Young triplica o cuadruplica a la oficial, es obvio que Ruta 66 no ha podido pasar por alto semejantes gemas que nos hacen babear cual perro de Pávlov. Una pequeña muestra del extraoficial universo paralelo discográfico de Neiler. Se subieron al barco pirata Ignacio Julià y Manuel Beteta
CHROME DREAMS
(Publicado en Ruta 66, nº 90, diciembre-1993)
Como Homegrown y otros proyectos desechados a última hora, Chrome Dreams es el título de un álbum de Neil Young que nunca llegó a publicarse. Durante los primeros meses de 1976 se anunció su aparición inminente, pero cuando se materializó el disco, había variado sustancialmente su planteamiento inicial (sólo repetía tres temas de los previstos) y se titulaba American Stars’n’Bars. Durante años se especuló sobre la existencia de un acetato que, hace unos meses, finalmente llegó a manos de un coleccionista: sólo era pues cuestión de tiempo que fuera publicado como CD pirata. Chrome Dreams no reproduce dicho acetato íntegramente, sino que selecciona las tomas inéditas de éste y las combina con cuatro cortes en directo, incluyendo una espectacular, desafiante «Like A Hurricane», y excelentes versiones de «Ride My Llama», «Peace Of Mind» y la inédita «Homefires». Sí en cambio han sido transcritos directamente del acetato cortes tan asombrosos como la versión acústica de «Powderfinger», la toma completa de la introspectiva «Will To Love», lecturas alternativas de «Too Far Gone» (años después recuperada para Freedom), «Stringman» (publicada finalmente en Unplugged) o «River Of Pride» (título original de «White Line», aparecida en Ragged Glory). Así hasta completar los 15 cortes incluidos en este CD esencial: tanto por la calidad sonora y de interpretación, extraordinarias, como por el empeño en documentar una etapa especialmente fructífera en la carrera del canadiense, un período que desembocaría en el seminal Rust Never Sleeps. Mientras el hombre no se decida a publicar de una vez esa monumental antología que lleva años anunciando, apaños tan atractivos como Sueños Cromados sirven para saciar nuestra curiosidad, aportando información extra sobre una de las más imprevisibles y por lo tanto sugerentes figuras que ha dado el rock de las últimas décadas. IGNACIO JULIÀ
HARD TO FIND
(Publicado en Ruta 66, nº 102, enero-1995)
No es un adelanto oficial a la largamente anunciada caja retrospectiva, sino uno de esos discos-solo-para-radio que los coleccionistas buscan con fervor. Westwood One, cadena de emisoras con una larga tradición en el prensaje de radio-shows, es la responsable de esta antológica colección de rarezas. Normalmente, estos programas retransmiten conciertos, pero, en el caso de Hard To Find, se recopilan grabaciones promocionales, caras B de single y otras lindezas difícilmente localizables. Este volumen dedicado al incólume Neil Young nos propone ochenta minutos de grabaciones sepultadas hace tiempo en singles descatalogados o sólo promocionales (desde la toma distinta de «Mr. SouI» con que se abre, hasta la fantástica «Don’t Spook The Horse» de las sesiones de Ragged Glory con que se cierra, pasando por «Cinnamon Girl», «Birds», «War Song», y las registrados en vivo «The Last Trip To Tulsa», «Pushed It Over The End», «This Note’s For You» o «No More»); tres cortes de su primer álbum en solitario con las mezclas originales retocadas en posteriores ediciones; la versión completa de «Campaigner» y la ídem de «Home On The Range», su contribución a la banda sonora de la película sobre Hunter S. Thompson; más algunos curiosos anuncios radiofónicos de época. El cuidado con que han sido seleccionadas y remasterizadas estas piezas (algunas provienen de viejos vinilos) hacen de esta recopilación una adición imprescindible a cualquier colección exhaustiva del canadiense. IGNACIO JULIÀ
ROCK’N’ROLL COWBOY
(Publicado en Ruta 66, nº 106, mayo-1995)
Apropiadamente subtitulada A Life On The Road 1966/1994, esta espléndida antología pirata, consistente en cuatro CDs presentados en formato libro, aprovecha la tan cacareada y siempre retrasada edición oficial de los archivos secretos del Sr. Alma para decir la suya con elocuencia histórica. Y lo hace siguiendo paso a paso la carrera de Neiler sobre los escenarios, siempre con una calidad sonora muy aceptable (cuando no excelente), razonable énfasis en el material más significativo y un elevado tanto por ciento de títulos inéditos. Desde Buffalo Springfield hasta Booker T. & The MGs, pasando por CSN&Y, Crazy Horse, la Trans Band, Shocking Pinks, International Harvesters, Blue Notes y cuantos músicos le han acampanado, el documental adquiere tonos épicos si tenemos en cuenta que se incluyen nada menos que 63 temas, 20 de estos nunca publicados oficialmente (sí, aquí están «Sweet Joni», «Traces», «Amber Jean», «lnterstate», «Nothin’ Is Perfect» o «Separate Ways»). Obviamente, la sucinta dimensión de una crítica me impide entrar en materia, pero sí puedo dejar constancia de las cualidades generales de esta monumental recopilación, complementada por un libreto con profusión de fotos a todo color, comentarios de cada tema incluido y un exhaustivo listado de todos los conciertos que el canadiense ha realizado desde que se inició su carrera en solitario. No la busques en grandes almacenes, pero no debería ser imposible localizar esta exquisita pieza de contrabando en las tiendas especializadas o las ferias de coleccionismo. Cuatro largas horas para irse internando por los parajes menos conocidos de ese río, salvaje y sin retorno, que es su obra. IGNACIO JULIÀ
LIVE IN SAN FRANCISCO
(Publicado en Ruta 66, nº 246, febrero-2008)
Cuando se publicó por vez primera Live Rust en formato digital, un sesudo erudito, seguro que no muy especializado en transmitir intacta la cultura a las siguientes generaciones, tuvo la feliz ocurrencia para abaratar costes, o vaya usted a saber por qué, comprimir el doble vinilo en un único compacto. Para ello suprimió introducciones de canciones, comentarios, aplausos y todos los demás accesorios que el astuto consideró que lo único que hacían era hinchar innecesariamente la duración. Como el concierto seguía sin entrar, al lince se le ocurrió otra aberración mayor: pegarle un tajo a las canciones. Así pues, la rodaja digital se editó con un minutaje inferior al vinilo pese a que ambos contenían exactamente las mismas canciones. La barbarie más descarada, la que salió peor parada fue «Cortez The Killer» que le extirparon un minuto y medio en el solo de guitarra central. El sello holandés Immortal pone a disposición de los fans del canadiense, en un doble compacto, el bolo íntegro en el Cow Palace el 22 de octubre de 1978 con una bonita portada y el añadido de dos temas extras, «Thrasher» y «Welfare Mothers», que en su día tampoco entraron en el vinilo. En total, una hora y media de concierto. Además, también han tenido el gusto de editarlo en DVD. Un deleite para disfrutar y rememorar que cuando Young y Crazy Horse estaban engrasados pocas bandas en el planeta les podían hacer sombra. MANUEL BETETA