Peter Case estuvo recientemente por nuestras tierras y no pudimos resistirnos a tener una buena charla con él. La oportunidad de recordar sus tiempos junto a bandas seminales como los Nerves o los Plimsouls se hacía casi tan apetecible como acercarse a verlo a uno de sus conciertos de la gira española. Y eso es mucho decir. Porque Case ofrece espectáculos sinceros en los que antepone el corazón, muchas veces, a la destreza o a la certeza instrumental. Case tiene alma de músico callejero y por ahí empezamos nuestro cuestionario.
Empezaste actuando en solitario, como músico callejero. Actualmente acostumbras a girar solo, o con acompañamiento mínimo. ¿Es una cuestión meramente económica o un modo de volver a tus orígenes, de buscar en lo básico la esencia de la música que más te gusta?
Supongo que un poco las dos cosas. Es evidente que girar con banda es más caro y difícil, pero también me gusta buscar la esencia, el fondo de la música de raíces. Creo que en enfrentarse sólo o con el mínimo acompañamiento a una audiencia está la clave de todo. Si eres capaz de hacer eso, eres músico de verdad. Por eso en la calle hay muchos músicos de verdad.
¿Cómo se pasa de actuar en la calle con la sola compañía de una guitarra a liderar bandas repletas de energía y actitud poderosa como Nerves y Plimsouls?
Con naturalidad. A veces uno necesita otras cosas, no sólo en lo musical sino en lo personal. Simplemente éramos unos chicos que teníamos ganas de tocar juntos y ya está. Yo llevaba mucho tiempo tocando en la calle y también tenía ganas de probar algo nuevo.
Los Nerves mantenéis el status de banda de culto, principalmente gracias a la inmortal canción «Hanging on the Telephone», pero ¿qué aceptación real tuvisteis mientras estuvisteis en activo?¿qué recuerdas de aquellos tiempos?
No mucho. No me recuerdo como un rock star. Es curioso comprobar lo que puede influir a veces una canción. Sólo recuerdo que se dieron las circunstancias para hacer grandes cosas juntos y pasar buenos momentos. Hace muchos años de eso y hay cosas que pasaban en esa época que no ayudan precisamente a recordar.
De ahí, pasaste a liderar los enormes Plimsouls. ¿Qué te empujó a facturar ese maravilloso pop mezclado con punk y soul?
Pues la respuesta es la misma que te daba antes. Eran ganas de hacer cosas nuevas. Se acaban unas etapas y empiezan otras. Soy un viejo cansado que tiene ganas de mirar hacia delante y pocas de mirar atrás.
El disco en directo que grabasteis, One Night In America, es un auténtico clásico, y canciones como «Zero Hour» o «A Million Miles Away» os debían haber catapultado a la fama. Pero la vida de la banda fue bastante breve…..
Reconozco que yo soy el primero que soy culo de mal asiento. Quizá esa es la respuesta a tu primera pregunta. Puede que haya acabado haciendo discos en solitario porque yo sea el único capaz de aguantarme a mí mismo (risas).
¿Qué fue del resto de la banda? ¿Os reunisteis hace poco?
Ellos no tocan de forma profesional aunque no han dejado de tocar. Hace unos años nos reunimos e hicimos un disco que creo que es tan bueno como los primeros. Hay cosas realmente fantásticas en él. Además está Clem Burke tocando la batería. Hay un par de canciones en ese disco que son de lo mejor que hicimos nunca.
De todos modos, os habéis reunido varias veces. ¿Sigue existiendo química personal y musical entre los miembros originales cuando os subís a un escenario?¿Existen planes de nuevas giras de Plimsouls?
Mi plan es no hacer planes. Creo que cuando una vez ha habido química entre músicos es difícil que ésta desaparezca por completo a no ser que se produzcan situaciones extrañas. Entre nosotros igual se produjeron pero los años han hecho que se olvide y esa química, o como lo quieras llamar, se mantiene.
Te has codeado con grandes singer – songwriters como John Hiatt, Alejandro Escobedo, Lucinda Williams, Steve Earle….¿quién de ellos te impresionó más?
Todos. No puedo quedarme con ninguno de ellos. Lo mejor de todas esas personas es que ninguno se comporta como si fuera más que tu. Son humildes y eso los hace más grandes. No podría elegir uno sólo. Trabajar con Lucinda Williams, Victoria Williams o Dave Alvin fue increíble.
En tu página web, muestras tu admiración por Bert Jansh, Mississippi John Hurt o Ali Farka Toure. No nombras a ningún guitarrista típico del rock’n’roll……
(Risas) Porque debía estar borracho. Soy un gran fan de gente como Keith Richards o jimi Hendrix. Ese día debió darme por nombrar esos nombres en la web pero no le des más importancia a eso. Cuando vuelva pediré que lo cambien.
Tus discos en solitario te han granjeado un núcleo duro de seguidores y el respeto de tus compañeros de profesión. ¿Hacia dónde se dirige tu carrera?
No planes amigo, no planes. Grabar, girar, nunca se sabe.
Entonces ¿piensas grabar en breve?
Puede ser aunque estoy un poco harto de cómo se graba ahora. Todo el mundo parece tener la obsesión de sonar mal. Sonar como se sonaba en los 50 no significa sonar mal. De hecho la manera de masterizar era horrenda. Hay discos de los Beatles o los Stones que suenan realmente mal aunque ahora se han remasterizado muchos.
¿Qué opinas de esas reediciones?
Es una estafa tío, te obligan a comprar las cosas tres o cuatro veces. Es mejor dejar las cosas como estaban porque también tenían su encanto pero eso no significa que yo ahora deba buscar sonar mal deliberadamente. Ahora se graba pensando en el CD y deberíamos pensar en el vinilo.
Eduardo Izquierdo & Alfred Crespo