Pocos debuts se me antojan tan aplastantes en los últimos años como el de Brett Detar, antiguo cantante de The Juliana Theory. Buenísimo desde la primera hasta la última de sus once excelentes canciones. El de Greensburg lo borda tanto cuando ataca espectaculares baladas del calibre de «Empty House On A Famous Hill» o «It’s Only The Night», como cuando se deja llevar por sonidos rurales más acelerados, con dobros, mandolinas y banjos tomando el mando, en «The Devils Gotta’Earn» o el himno que ya es «Cocaine, Whiskey And Heroine».
Temas llenos de hermosas metáforas, historias de perdedores que esconden un sentimiento outlaw que recorre todo el trabajo. La primera vez que me ametralló la mollera con sus historias lo definí como cow-punk acústico y se me sigue antojando una definición adecuada si hay que etiquetarlo. Con acertados disparos de un viejo colt oxidado en forma de canción, Detar se aleja de los trajes y la ropa in que vestía en su anterior grupo, así como de la etiqueta indie para coger el atuendo de hermano Allman y acercarse a los postulados de Waylon Jennings, Johnny Cash o Townes Van Zandt ¿Qué no me creen? Pongan «Coats» y empiecen a disfrutar. Es, simplemente, magnífico.
Eduardo Izquierdo