Este tipo debería encabezar el ranking de compositores más odiados por el colectivo de escritores de canciones sin talento y envidiosos. Porque no tiene explicación lógica que siga ofreciendo magníficas colecciones de temas cada vez que se acerca a un estudio de grabación. No ha lugar mentar una segunda juventud del ya currado genio británico: hace unos meses se celebraron los treinta años del alumbramiento de Squeezing Out Sparks, la maravilla que creó junto a Jack Nitzsche, y ahora publica otro delicioso álbum, fiel continuación de sus tres últimas entregas, Your Country, Songs Of No Consequence y Don’t Tell Columbus.
Perfecto de principio a fin, desbordante de melodías que devuelven a la mente los sonidos de la new wave que ayudó a poner en marcha pero enriquecido por la sabiduría que aporta la veteranía, este televisor imaginario aporta a su enorme listado de canciones impecables e imprescindibles joyas como «Head on Straight», «Always Greener», «Weather Report», la majestuosa «You’re Not Where You Think You Are» o la fresca «It’s my Party (But I Won’t Cry)». Ha llovido mucho desde que le conocimos junto a Brinsley Schwarz y sus Rumour, pero la excitación debería regresar cada vez que llega a tus manos uno de sus discos. Y, si no lo digo, reviento: actualmente le da sopa con hondas a Elvis Costello. Amén.
Alfred Crespo