Más de dos décadas han pasado desde que Jorge empezó a mover el flequillo en formato single. Hace cerca de veinte años tituló su primer álbum Vivir Sin Civilizar. Y se mantiene fiel a su proclama: cuando decide aparcar momentáneamente sus múltiples compromisos como productor para discos ajenos y volver a provocar esta Explosión incontrolada, las teorías evolutivas quedan congeladas. La ventaja de permanecer voluntariamente en el lugar en el que has decidido plantarte es el convencimiento, y Jorge no parece pasar periodos de duda existencial: los amplificadores de época se calientan y brotan nuevas canciones con su marca.
Que podrían ser antiguas, pero daría exactamente igual: su continuo ejercicio de estilo perfecciona lo ofrecido anteriormente, esquiva la sensación de más de lo mismo porque sabes dónde te metes cuando posas la aguja sobre el primer surco, y mantiene ese don que le permite convertir «Blue Monday» de New Order en una nueva canción que flota sobre una tabla de surf, recrear «Renacerá» de Los Brincos con fidelidad, combinar luminosas melodías («Déjame Marchar», «Hoy Una Vez Más», la irónica «¿Quién Quiere Lo Que Tuvo Ayer?») con chirriante garaje («Te Delatas») y saber que en la próxima ocasión el personal seguirá expectante las noticias procedentes del Circo en el que ejerce de maestro de ceremonias y jefe de pista.
Alfred Crespo
