Hiperactivo e instalado en sonoridad propia cuando se mueve bajo las siglas de su banda más conocida, Howe Gelb sigue dando cancha a sus compañeros nórdicos. Con ellos firma la mayoría de sus nuevos temas, que parecen extraídos de las mismas sesiones en las que se grabó Provisions, el álbum que les convirtió en asequibles para paladares acostumbrados a trasegar brebajes de bajo octanaje. Rock pausado, deudor cada día más del recitado de Lou Reed, que narcotiza y atrapa pese a la repetición de fórmula.
La inspiración ante el folio en blanco lo permite, eso y canciones como «No Tellin’», pura delicia. Sólo en contados instantes recuperan la vieja rabia desértica, pero cuando lo hacen cierran el círculo: escuchas «Better Man Than Me» y comprendes que la vieja bestia sigue en el interior de un Gelb que ve reeditada su discografía clásica por estas fechas. En edición deluxe, se adjunta su primer disco como Giant Sand, el básico Valley of Rain, que también cumple un cuarto de siglo. Feroces y líricos, los mozalbetes que iniciaron la aventura con Howe al frente firmaron un trabajo impecable, seminal y majestuoso que merecía estar de nuevo a disposición de quienes no lo paladearon en su momento y estén dispuestos a cortarse con las aristas de «October Anywhere» y sanarse con «Death, Dying and Channel».
Alfred Crespo
