Vivimos en una sociedad que va siempre con el pedal del gas pisado a fondo. Ya no hay tiempo, bueno, quizás lo hay, pero no sabemos organizarnos, para darse un respiro y deleitarse con todos los sentidos de un libro, un disco, una comida, de tomarse una buena cerveza o saborear sin más una copa, de un rato con los[Leer más…]

Se paran los capos de Hoodoo Records esta vez en el doo wop, aquello que en este país se llamó du duá (sic), para recorrer lo más granado de un género que dominó los años 50 y 60 especialmente en Estados Unidos.

Empieza Sangui su disco con una sonrisa audible, como si quisiera dejar claro desde el principio lo contento que está con el resultado de este trabajo que toma su título de una canción del mismísimo Bob Dylan compuesta en 1962. Y no me extraña.

El gruñón del garage está de vuelta. Lo ha vuelto a hacer el cabrón. El suyo es el auténtico caso de una mente proveniente del pasado más moderno. Con atusarse el bigote y beberse una zarzaparrilla, es capaz de esputar doce clásicos de un género en el que nadie le ha superado

A mediados de 2016, At The Drive-In, una de la bandas de hardcore más celebradas de las últimas décadas, regresaban a los escenarios tras su separación quince años antes. En 2017 llegaría el inesperado y sonadísimo in·ter a·li·a, sucesión de aquella obra magna que fue Relationship of Command.

Si la persona que ejerce la labor de maestro de ceremonias poniendo en contacto a dos músicos es John Lee Hooker parece cantado que el asunto tiene muchas probabilidades de llegar a buen puerto. Y así ha sido.

¡Está claro que el verdadero supergrupo formado en torno a la figura de Gonçal Plana, no es una banda más al uso! Comenzando por su nombre, Mi Capitán. Siguiendo por el título de su excelente debut, Drenad el Sena.

Casey Abrams apareció en la décima edición de American Idol, celebrada en 2011, y pareció ponerlo todo patas arriba. Las discográficas empezaron a pelearse con él por su peculiar manera de cantar y, sobre todo, su capacidad como instrumentista (lo toca todo, aunque su instrumento es el bajo).

Es una discusión recurrente desde hace ya años, incluso décadas: ¿ha muerto el rock? La respuesta, como sabe cualquiera que esté leyendo estas páginas, es un rotundo no. El rock no ha muerto ni morirá, como no lo han hecho el jazz, el blues, el flamenco o la música clásica.

Tercer disco de la banda de Barcelona. Parece que les haya tocado la lotería: fichan para el sello Rockestatal, masterizan en Abbey Road con el reputado ingeniero Sean Magee (Sex Pistols, Beatles) y consiguen alejarse del lago de influencias de los anteriores álbumes para conseguir su propio sonido que, como es sabido, es una ardua tarea y una quimera para[Leer más…]