Una guía de la música americana, una hoja de ruta personal por una de las columnas vertebrales de la música popular de los Estados Unidos en el siglo XX, que viene a ser esencialmente lo mismo que la música popular universal desde la segunda mitad de dicho siglo.

Para muchos se trata del mejor concierto jamás filmado. Martin Scorsese estaba detrás de las cámaras y eso aporta su pedigrí. Delante, The Band, la ‘banda’ por excelencia de la música de raíces norteamericanas. Pero no estaban solos: les acompañaban Bob Dylan, Van Morrison, Neil Young, Joni Mitchell, Eric Clapton, Doctor John, Muddy Waters, Emmylou Harris…

Para la mayoría de melómanos, incluso para los que hemos amado a Zappa desde tiempos inmemoriales, su trayectoria es un ovillo con muchos tajos y se necesita mucha perspicacia para poner muchos datos en orden.

La gran paradoja de la industria musical es su capacidad de rentabilizar la muerte de un artista con un sinfín de lanzamientos póstumos, cuando antes de su fallecimiento nadie le prestaba atención. La memoria es caprichosa, sobre todo cuando las cuentas corrientes muestran síntomas de fatiga y en las altas esferas ven que apenas quedan gallinas de los huevos de[Leer más…]

A Morrisey quienes le aman, lo hacen con todas sus fuerzas (y mucha dedicación), y los que lo odian, con más ahínco si cabe. El resto muestra su indiferencia ante un personaje arrogante, contradictorio, un hombre que paga más por lo que habla que por lo que calla.

Plantearse escribir un libro sobre la influencia de la música norteamericana en nuestro país antes de 1955 tiene un par de problemas. Primero, para qué engañarnos, el tema tiene un atractivo limitado. Y en segundo lugar no es fácil acceder a información procedente por supuesto de tiempos anteriores a la existencia de Internet con la idea de hacer una obra[Leer más…]

Cumplir objetivos. Eso es lo que ha hecho Federico Navarro con su nuevo libro. O al menos es lo que se desprende después de leer su prólogo.

Desde luego que tanto autor como editor olvidaron (o pasaron directamente de ello) la vertiente comercial de uno de los héroes del malditismo en esto del rock and roll cuando decidieron ponerse manos a la obra y dedicar unas decenas de páginas al por otro lado encantador Nikki Sudden.