Antes de ser uno de los periodistas musicales más respetados del país, nuestro querido y admirado Rafa Cervera fue un chaval con un fanzine y una cámara. A principios de los ochenta, cuando todo olía a libertad recién estrenada y las calles de Madrid eran un hervidero de grupos, maquetas y pintas imposibles, Rafa montó Estricnina: un fanzine nacido del entusiasmo y del espíritu punk del “hazlo tú mismo”.
No era fotógrafo ni periodista —como él mismo recuerda—, pero daba igual. En aquellos años, lo importante era hacer cosas. Así que entre entrevista y entrevista, empezó a disparar su cámara a los protagonistas de la nueva ola: Radio Futura, Dinarama, Ana Curra, Almodóvar, Gabinete Caligari, Derribos Arias… Instantáneas tomadas con más intuición que técnica, pero con una cercanía y naturalidad imposibles de repetir.
Durante décadas, esas fotos permanecieron guardadas en un cajón, hasta que hace poco Cervera se reencontró con los negativos y decidió rescatarlos. El fotógrafo Alejandro Amat se encargó del revelado y la restauración digital, y el resultado es una colección de tiradas limitadas —25 ejemplares numerados por imagen—, acompañadas de un sello que certifica su autenticidad. “No es que me crea Mapplethorpe”, bromea Rafa, “simplemente quiero evitar que nadie acabe comprando una mala copia de internet”.
Cada sesión tiene su historia, y muchas son oro puro para los arqueólogos del pop español. Las únicas fotos conocidas de la primera formación de Dinarama. Un jovencísimo Almodóvar recién estrenando Laberinto de pasiones. Un Santiago Auserón en pleno ensayo de La ley del desierto. O aquella sesión con Ana Curra, en la que también aparece Eduardo Benavente, pocas semanas antes de su muerte.
Las imágenes destilan candidez, confianza y verdad, tres cosas que el tiempo suele borrar pero que aquí sobreviven intactas. No son retratos de estrellas, sino de personas que aún estaban inventándose a sí mismas.
Hoy, esas fotos de Estricnina se venden —más de cuarenta años después— como lo que siempre fueron sin saberlo: testimonios de una época irrepetible. Y también como una declaración de principios: que el rock, al final, no va de técnica ni de dinero, sino de tener algo que contar… y las ganas de contarlo.
Échales un ojo en su web y hazte con un incunable pedazo de La Movida por muy poco dinero:
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Texto: J.F. León
