Los de Chicago volvieron a visitarnos por enésima vez para abrir el Festival Alma Occident en el Poble Espanyol. Un espacio tan agradable y certero que te hace sentir como en casa. Lo cierto es que jamás de los jamases nos cansaremos de Wilco en concierto, de otra noche soberbia con un sonido pulcro, una exquisitez musical de matrícula de honor y en definitiva, unos músicos excelentes y un repertorio perfecto de, probablemente la mejor banda en vivo con la ejecución más perfecta que un servidor haya podido ver nunca sobre un escenario.En esta ocasión la banda se acompañaba nuevamente de Nels Cline el guitarrista que en su última visita a la ciudad condal no pudo actuar porque se infectó con COVID. El aforo y maduro púbico era un elenco de died hard fans de la banda y otros personajes que pasaban por ahí, pero la expectación era palpable y la pleitesía también (sobre todo de los primeros).
La noche empezó con una brillante “Company in my back” y seguidamente tocaron “Evicted” de su álbum más reciente “Cousin” (2024). Con clásicos como “Handshake Drugs”, una totémica “I am trying to break your Heart” y una maravillosa “If I ever was a child”- otro de los momentos álgidos de la noche – fue “Vía Chicago” la que provocó las primeras ovaciones del aforo. Una interpretación majestuosa donde toda la tormenta sónica de los Wilco viene pilotada por ese metrónomo humano llamado Glenn Kotche.
“One wing” sonó deliciosa y “Hummingbird”, como siempre, provocó más delirio y sonrisas. Entre otras, sonó “Jesus, etc” y ese clásico del siglo XXI que es “Impossible Germany” con el consabido duelo guitarrístico entre Nels y Tweedy. Pero en un concierto de Wilco siempre hay sorpresas y antes de los bises, cayó “Annihilation” un tema perteneciente a su EP “Hot Sun Cool Shroud” (2024) que me sorprendió gratamente por su versión quizás más bailable que en el plástico.
También sonaron, cómo no, “Heavy metal drummer” y quizás la mejor versión que le he escuchado en vivo de ese Kraut Rock de manual que es “Spiders”. Jeff se mostró simpático y parlanchín como es habitual y ya en los bises se enfundó su preciosa acústica para interpretar ese poema sonoro que es “California Stars” (¡qué tema más maravilloso pardiez!). Siguió “Walken”, para mí el mejor tema de toda la noche en el que el espíritu de los Beatles sobrevoló la montaña de Montjuic. Cerraron como es habitual con la enérgica y stoniana “I got you (at the end of the century). Otra noche mágica. Volved pronto, vía Chicago.
Texto: Jordi Sánchez
Fotos: Marina Tomás Roch
