Magnífico vademécum sobre la disfuncionalidad compartida por toda una generación de artistas que se alinearon, hace décadas y por pura excentricidad, alrededor de una misma cabecera: 4AD, el mítico sello fundado por el hipersensible Ivo Watts-Russell en una excelente combinación de misterio, belleza y onirismo.
Aquella “Motown maniaco-depresiva” que “entraba por los ojos y se metía por los oídos” acabó erigida en objeto de culto gracias a los diseños de Vaughan Oliver y a un impagable catálogo con highlights del nivel de Cocteau Twins, Bauhaus, Pixies, Throwing Muses, The Breeders, Dead Can Dance, The Birthday Party, The Wolfgang Press o el proyecto del propio Watts-Russell: This Mortal Coil, que personificó el espíritu primigenio del sello con su icónica versión de «Song to the Siren», de Tim Buckley.
Nucleado por una exhaustiva entrevista con el artífice del invento desde su casa retiro en Nuevo México, el libro propone una intensa crónica que, pese a lo vasto del volumen (son 700 páginas), no deja hueco al aburrimiento en parte gracias a la extravagante inmersión en el chascarrillo de este fan irreductible que ha resultado ser Martin Aston. Un viaje por las procelosas aguas de una institución estética que creció, como una leyenda, embargada por la disputa y las falsas alianzas.
Emilio R. Cascajosa
