Se entiende que se quiera buscar un título lo suficientemente llamativo como para captar la atención. Pero también conviene desmentir que la música fuese un elemento tan revolucionario en 1971 como se pretende aquí o, también, que la música de 1971 fuese mejor que en cualquier otro año de las últimas siete décadas —seguro que a cualquier lector se le ocurre en este momento otro año más destacado que aquel—.
Una vez claro esto, solo cabe ensalzar el trabajo de esta serie de ocho episodios centrados en distintos estilos como el glam, el soul, los cantautores eléctricos o el rock de 1971, y, sobre todo, su labor al enlazarlo con los movimientos políticos y sociales del momento, estableciendo paralelismos y reparando en los lazos de unión entre ambos.
Con un material de archivo excelente e inmejorablemente montado, se convierte por derecho propio en la mejor producción audiovisual hecha hasta ahora centrada en un año concreto de la historia del rock. No parece probable que le den continuidad, por la envergadura de su hazaña y el trabajo que se intuye detrás, aunque por reivindicarlo que no quede.
Xavier Valiño