Encuentros

Samesugas, veinticinco años bien cumplidos

 

Foto: Janite

Lo importante no es cumplir años, sino cumplirlos para algo, con algo importante que decir. Samesugas llevan veinticinco años (y pico) diciendo cosas importantes y haciendo camino, propio y autogestionado, desde Santiago de Compostela, clásicos de una escena underground internacional que no se casa más que con sus principios.

No es que se hayan metido en muchos líos para celebrar el aniversario, que bastante tienen con seguir en la brecha, pero la celebración ha merecido la pena. White Fire (Lixo Urbano) suena potente y articulado, con las guitarras echando humo y las venas del cuello hinchadas, lleno de riffs efectivos y veloces y un altísimo nivel compositivo que revela una dieta musical amplia y variada (trazas de garaje, rock pantanoso, alguna melodía powerpopera), sin abandonar su primigenio espíritu punkrockero. No se prodigan demasiado, pero quizá gracias a eso son capaces de cumplir veinticinco años con uno de los mejores discos (¿el mejor?) de su impecable carrera.

Lo primero es lo primero. Enhorabuena por los 25 años de Samesugas. Me gusta que la celebración sea un disco con canciones nuevas, no uno de esos artefactos celebratorios que suelen olvidarse al poco de publicarse. ¿Había intención de editar en el año del aniversario, o salió por casualidad?

Muchas gracias. Hacía tiempo que teníamos pendiente sacar un nuevo disco y quizás la presión de cumplir 25 años nos animó a meternos caña. En realidad, empezamos los ensayos en 1999 pero fue en el año 2000 cuando dimos los primeros conciertos y a finales de año cuando entró Ramón a la batería, manteniéndose la formación hasta ahora.

Foto: Novo

Creo que algunas canciones ya tienen su tiempo, y también que había planes de grabar al acabar la pandemia. ¿Pasó algo especial para este retraso?

Sí, como te comentaba, llevábamos tiempo con ganas de sacar un nuevo disco, pero por diversas circunstancias se fue retrasando. En 2017 entramos a grabar unos cuantos temas que nunca llegamos a acabar porque alguno estaba incompleto, otro sin letra o en general no nos llegaban a convencer, quizás es que con los años nos fuimos haciendo más exigentes.  A partir de ahí nos atascamos un poco y las coyunturas de la vida hicieron que se fuera retrasando: vivir en diferentes ciudades, un pequeño accidente que nos hizo bajar el ritmo, una pandemia mundial… Pensamos en ir sacando singles y a finales de 2022 grabamos 5 temas que finalmente decidimos reservar para un LP. Este año nos pusimos las pilas y lo completamos. Hay que decir que, aunque durante este tiempo no estuvimos muy activos, nunca llegamos a parar. Seguimos ensayando, tocando en directo, grabamos algunas versiones para singles o recopilatorios con distintos cantantes (Willy Succo Brother y Espiño), colaboramos con la perfomer catalana Laia Estruch…

¿Había ganas de hacer balance? No sé si esperabais durar tanto, pero seguro que en un arco temporal tan amplio el grupo ha ido cambiando, igual que el ambiente musical. ¿Cómo os veis con la perspectiva de los años?

La verdad es que cuando empezamos nunca pensamos en durar tanto. Todos habíamos tocado en otros grupos que duraron bastante menos, el que más aguantó llegó a 10 años. Supongo que fue una cuestión de suerte, de disfrutar con lo que hacemos y de aprender a aguantarnos y a querernos unos a los otros, que al final es lo más importante.  Si miramos para atrás vemos como, en realidad, seguimos siendo los mismos, moviéndonos en el mismo circuito de punk y rock’n’roll underground, tocando con bandas amigas y conociendo gente nueva. Podemos decir que no hemos envejecido mal, ja, ja, ja.

Lo mismo os podría preguntar por el Santiago de hace 25 años y el de ahora. Los de afuera vemos los cambios, muy parecidos a los de otras ciudades con tirón turístico, pero ¿cómo se lleva desde dentro, sobre todo desde la perspectiva de un grupo con inquietudes más allá de lo musical?

Compostela siempre fue una ciudad turística, pero ahora estamos llegando a niveles que están convirtiéndola en un parque temático, sobre todo la zona vieja. Hay que tener en cuenta que es una ciudad pequeña y que la presión turística se nota mucho. Hay una gran parte de la zona vieja que ya no es de los vecinos, está completamente orientada al turismo con sus restaurantes, tiendas de regalos, pisos vacacionales…            De todas formas, la ciudad sigue resistiendo y sigue siendo un referente cultural, con un tejido asociativo potente y actividades culturales al margen del turismo.

Foto: Novo

Suele verse a Samesugas como un grupo punkrockero, y ciertamente ahí están vuestras raíces, creo que sobre todo de actitud, pero es obvio que vuestra música va más allá. Habladnos de vuestra dieta musical, y de cómo ha cambiado desde el principio (si es que lo ha hecho).

Aunque cuando empezamos el punk rock era lo que más nos unía e identificaba, todos teníamos nuestro bagaje y una dieta musical bastante más amplia y variada. Como grupo quizás nuestras referencias más obvias estaban el rock’n’roll, garaje, proto-punk y punk americano y británico y en el rock australiano: desde The Clash, Dead Boys, Stooges o MC5 a Motörhead, The Saints, Radio Birdman… Con el paso de los años hemos ido escuchando cosas nuevas y profundizando en los clásicos, supongo que como casi todo el mundo, pero nuestras referencias básicas siguen en las mismas coordenadas. Siempre nos gustó incluir versiones en nuestros repertorios y en los últimos tiempos hemos ido metiendo canciones de grupos como Hot Snakes, The Night Marchers, Reigning Sound, The Drones, David Bowie, The Wipers… Al mismo tiempo, cada uno de nosotros ha ampliado su universo musical descubriendo multitud de estilos diferentes, pero no tengo claro si esto nos influencia en la música de Samesugas.

De hecho, la versión de The Wipers da a entender que vuestra visión del punk es muy amplia. Siempre habéis hecho muchas versiones, así que, entre tantas canciones que seguro podríais haber grabado, ¿la escogisteis por alguna razón en concreto?

De entre todos los grupos de los que hemos hecho versiones, las de The Wipers siempre nos encajan muy bien y disfrutamos mucho tocándolas. Al hacer las versiones vamos disfrutando más del grupo y acabamos motivándonos para hacer otras, es un círculo vicioso. Tenemos varias grabadas y a veces se nos pasa por la cabeza la posibilidad de hacer un concierto o un disco tributo. «Messenger» es un tema que tocábamos hace años, recuperamos unos meses antes de entrar en el estudio y que finalmente decidimos grabar y meter en el disco. Por ninguna razón en especial, simplemente surgió.

Habláis en la nota promocional de que aún creéis en “la fuerza redentora del rock’n’roll”. ¿Cómo traducimos eso a la vida diaria, más allá de simples gustos musicales? Puede ser simplemente una frase contundente para meter en una hoja de prensa, pero también es real. Aunque nuestras vidas son mucho más que eso, es cierto que el rock’n’roll siempre está ahí como válvula de escape para evadirnos de nuestros problemas y para hacernos disfrutar en los mejores momentos.

Supongo que la supervivencia de Lixo Urbano y vuestra fidelidad al sello tienen que ver también con eso. ¿Nunca pensasteis en buscar algo diferente que os diera mayor visibilidad?

Hemos metido canciones en recopilatorios y hemos publicado singles y discos compartidos en diferentes sellos del estado español, de Finlandia, Suecia, Alemania, Argentina o Japón, y es algo que nos ha gustado hacer y que agradecemos. Alguna vez hemos mandado el máster de un disco a algunos sellos interesantes y no ha habido suerte. Con este disco ni siquiera lo hemos intentado, queríamos sacar nuestro disco ya y no estar pendientes de decisiones de otros. A estas alturas no buscamos dar ningún salto que nos dé una gran visibilidad sino seguir publicando nuestras canciones y tocando por donde podamos.

Por último, aunque sea una pregunta ya tópica para los grupos de rock and roll con una larga trayectoria. ¿Cómo encaja esta música en el primer cuarto del SXXI?

Pues desde nuestro punto de vista como banda, como en cualquier otro momento. Siempre hemos sido un grupo underground sin pretensiones de llegar a las grandes masas y ajenos a lo que se cuece en las listas de éxitos. Si hablamos en general, el rock’n’roll ya no es un género mayoritario como en otras épocas pero tampoco es algo residual ni mucho menos, encaja perfectamente y sigue siendo la banda sonora de mucha gente de todo el mundo.

 

Texto: Carlos Rego

 

 

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