Su sorprendente nuevo álbum, Still Shakin‘, exuda blues hipnótico marca de la casa facturado desde las colinas del norte de Mississippi. Recurriendo al concepto jam y guiados por los espíritus de R.L. Burnside, Junior Kimbrough y Fred McDowell, recuperan la esencia de sus primeros trabajos. Luther Dickinson nos dedica un rato y nos cuenta historias para su desembarco en España en julio. Las fechas de la gira son: San Sebastián (1 de julio, Dabadaba), Barcelona (2 de julio, La Nau), Valencia (3 de julio, 16 Toneladas), Madrid (4 de julio, El Sol) y cerrarán el 5 de julio en Cazorla en el entorno del festival Bluescazorla.
Empezasteis a tocar en 1996, por lo que el año que viene cumpliréis 30 años sobre el escenario. ¿Qué piensas sobre cómo ha evolucionado vuestra música?
Agradezco a los músicos mayores que nos enseñaron el oficio, el arte, y que compartieron sus repertorios con nosotros. Estoy agradecido con todas las personas que nos han apoyado de alguna manera. Estoy agradecido por la música de Mississippi que cambió nuestra vida, nos llevó por el mundo y nos dio una carrera. Empezamos como un colectivo abierto de músicos de nuestra comunidad que compartíamos un cierto estilo de tocar, una cierta forma de abordar la música. Eso nunca ha cambiado. Nunca quisimos quedarnos atascados en un solo estilo con una sola formación de músicos. Yo aspiraba a ser como George Clinton y P-Funk. ¡Quién pueda hacer un bolo, estará en el bolo! Los músicos son impredecibles y es mejor no ponerse en la posición de depender totalmente de ellos. Hoy en día, disfruto mucho cómo toca el bajo Joey, o cómo lo toca Ray Ray, o Berry Oakley Jr., que toca bastante con nosotros. Tenemos muchos músicos y cantantes con los que nos encanta trabajar. Fue una idea afortunada porque ha sido un viaje salvaje con músicos increíbles.
Nuestra música siempre ha cambiado, dependiendo de cómo nos sentíamos, con quién trabajábamos y lo que nuestras influencias del momento y el instinto iban creando. ¡Algunos experimentos estéticos salieron mejor que otros! Nuestra actitud en la música siempre ha sido que nadie nos dijera qué hacer y nunca intentamos complacer a nadie más que a nosotros mismos, para bien o para mal. Cuando empecé a trabajar duro, tiempo después me ayudó en mi carrera. De joven, me dejaba llevar por la música y la inercia, tanto a mí como a la banda, como si nos llevara el viento. Debería haber trabajado más duro, pero estaba ciego constantemente. Si escuchas música psicodélica, estar drogado ayuda. No se puede fingir un estilo de vida. No me arrepiento de nada del pasado, pero ahora sé cómo concentrarme y trabajar duro. ¡Ahora estoy totalmente entregado, nunca es tarde!
¿Tenéis pensado realizar algo especial para celebrarlo? ¿Un álbum en directo con todos amigos, un documental…?
Hemos hecho Still Shakin para honrar y celebrar Shake Hands With Shorty hace veinticinco años. Este álbum y la gira conmemoran la ocasión.
¿Cuál crees que son las principales diferencias musicales de los North Mississippi Allstars de ahora con los de 1996? ¿En qué habéis mejorado? ¿Qué se ha quedado por el camino?
Como he dicho, somos un colectivo de músicos, siendo la música de Mississippi el único elemento constante. Hemos pasado por muchas etapas de estilos e interpretación, simplemente siguiendo nuestros instintos y las influencias del momento, dejando que la música evolucione, se adapte y cambie. Me entristecería que nuestra música sonara y se sintiera exactamente igual que hace veinticinco años. Siento que somos de maduración tardía y que seguimos mejorando. En los primeros años, fui víctima de la agresividad residual del rock’n’roll. Tocar guitarras a todo volumen y berrear en el micrófono era todo lo que sabía hacer. Esos estilos están bien, especialmente cuando uno es joven, pero no creo que la música de raíces sea el lugar adecuado para guitarras distorsionadas y agresión masculina. Me encantaba ese tipo de música, pero ahora me resulta repulsiva. Tocar con Phil Lesh me ayudó a evolucionar. Me enseñó a sentirme cómodo tocando con un tono de guitarra limpio y bonito, y le estoy eternamente agradecido por cada noche tocando con Phil and Friends. Fue un maestro maravilloso.
Desde la marcha de Chris Chew, el puesto de bajista ha sido muy inestable, incluso habéis tocado como dúo, sin bajista. ¿Por qué esa inestabilidad? Parece que los sucesivos bajistas estaban ahí por amistad, para sacar adelante discos y conciertos, pero no tenían interés en formar parte de la banda.
Cody y yo disfrutamos tocando con otras personas que contrasten con nuestra química de hermanos. Chris Chew fue sin duda el favorito del público y aportó un gran toque góspel, pero no fue el primer bajista, sino el segundo. Desde su marcha para dedicarse a un “trabajo de verdad”, siempre hemos disfrutado experimentando con la formación. Seguimos haciéndolo; nunca es la misma. Hemos hecho lo posible para que la gente entienda y aprecie esto.

Quizá Carl J. Dufrene era el que parecía que sería el más estable, pero su fallecimiento hizo que se volviera a la inestabilidad. ¿En qué afectó a volver a empezar desde cero?
Al ser una banda de hermanos, nunca empezamos desde cero. Podemos tocar como dúo si es necesario. Pase lo que pase, siempre podemos hacer el concierto. Carl era un alma dulce, un hermano con ese estilo propio de Luisiana, ese sabor y ritmo que tanto nos gusta. Su fallecimiento fue una tragedia.
Leyendo los créditos de Still Shakin‘ veo que Rayfield “Ray Ray” Holloman tiene una presencia importante en el álbum. ¿Va a ser el bajista definitivo?
No, Ray Ray no es bajista permanente, de hecho, no irá a España. El trabajo principal de Ray Ray es tocar la guitarra para Eminem, aunque también ha tocado con Robert Randolph y Ne-Yo. Es primo de Robert Randolph, que fue quien nos lo presentó. Somos muy afortunados de que Ray Ray se una a nosotros cuando puede, pero no siempre es posible. Queremos mucho a Ray Ray y lo fichamos siempre que podemos. Nuestro querido amigo Carwyn Ellis será quién nos acompañe por España como bajista. Empezamos a tocar juntos en el año 2000. Su primera aparición fue en un EP muy raro de ese año titulado Shimmy She Wobble y también en el álbum Polaris, pero en ambos toca el piano eléctrico. Acabamos de hacer una gira con él por los Países Bajos y tocamos en el festival Peer Blues en Bélgica. Es nuestro colaborador más antiguo y un músico maravilloso, también de espíritu.
En el disco tocan Robert Kimbrough, Duwayne Burnside y Grahame Lesh. Esta nueva generación de músicos, hijos de famosos, permite deducir que, a pesar de los malos presagios sobre el futuro del rock, hay un futuro brillante por delante.
El rock’n’ roll improvisado y la música de raíces son una experiencia increíble que ninguna inteligencia artificial u ordenador podrá reemplazar. Hay algo especial en la música hecha de forma natural que siempre habrá gente que busque. Los músicos de segunda y tercera generación son mi tribu. La mayoría de mis amigos vienen de familias musicales, y esa experiencia compartida hace que sea fácil entendernos y dejar que la creatividad fluya.
Observo que hay más presencia del Hill Country blues que en el disco anterior.
¡Sí! El anterior, Set Sail, es, digamos, soul folk psicodélico. Sin embargo, Still Shakin‘ es un reflejo de la nueva música que se está haciendo ahora en Mississippi.
Para los que os llevamos siguiendo tantos años, la presencia de Duwayne Burnside ha sido muy emotiva. Nos trae recuerdos de aquellos discos tan buenos (Polaris) y aquellas giras tan salvajes, que quedaron registradas para siempre (Hill Country Revue). Además, habéis elegido nada menos que regrabar con él «Poor Boy» —aparecía como bonus en la edición europea de Electric Blue Watermelon—, uno de los momentos sublimes del Hill Country blues. Va a ser uno de los momentos fuertes del álbum. ¿Por qué decidisteis regrabar esa canción?
Encontramos un nuevo enfoque, vimos que se podía dar otra forma a «Poor Boy». Nos encanta reinterpretar las canciones clásicas. Como en el jazz o el folk, las canciones de la música de raíces pueden sonar diferente cada noche. Ya sea lento o rápido, chulesco o más directo, largo o corto. Las canciones están abiertas para ser desmontadas y armadas de nuevo. La letra y la melodía deben mantenerse, pero los ritmos y estilos se pueden mezclar y cambiar a lo loco.
Sé que habéis tocado en conciertos alguna vez con Dwayne, pero, ¿nos puedes contar como fue como fue el reencuentro con Dwayne en un estudio?
Era el Duwayne de toda la vida. Talento puro y natural, pero rodeado de caos. Lo quiero mucho. Llevé mi estudio portátil a su juke joint en Holly Springs, Mississippi, y monté todo para grabar rodeado de familia y amigos. Tuve que apagar todos los aires acondicionados y ventiladores, y nos achicharramos de calor. Su juke joint es un local maravilloso.
Siempre contáis que en vuestros inicios escuchabais mucho a Fred McDowell. De hecho, su música fue una de las causas para formar North Mississippi Allstars. Para este álbum habéis grabado, por fin, «Write Me a Few Lines», aunque la habéis tocado mucho en directo. ¿Con esta grabación tenéis la sensación de que por fin se cierra el círculo?
Sí, escuchaba mucho a Fred McDowell tomando hongos alucinógenos cuando tuve la idea de formar North Mississippi Allstars. Me fascinaba muchísimo esta música maravillosa de mi región, así que dejé de tocar rock’n’roll y empecé a tocar música de Mississippi con mis amigos. Fred McDowell cambió mi vida. Mis padres eran amigos de Fred y me llevaron a su funeral cuando todavía estaba dentro de mi madre. ¡Nunca lo conocí en persona, pero asistí a su funeral desde la barriga de mi madre! (risas). Fred y Otha Turner eran buenos amigos. Otha no podía creer que yo pudiera tocar un poco del estilo de Fred. Cuando me escuchó tocar la guitarra slide, nuestra relación floreció. Me invitó a tocar con él y con su banda, la Rising Star Fife and Drum. Hay grabaciones de Otha y yo tocando juntos. Siempre traté de acercarme a esa música como si fuera Fred tocando con Fife and Drum. Mi fascinación por Fred nunca desaparecerá. ¡Que el círculo nunca se rompa!
Siempre he soñado ver un disco de North Mississippi Allstars en el que tocasen R.L. Boyce y Seasick Steve. ¿Veré alguna vez cumplido mis sueños?
R.L. Boyce falleció en 2023, no tenemos nada grabado con él. Lo extraño muchísimo. Sin embargo, con Seasick Steve hemos tocado mucho en California, y también en festivales. Me encanta Seasick Steve y agradezco haber podido tocar con él como bajista. Trabajaré con Steve siempre que pueda.
Texto: Manuel Beteta
Fotos: Michael Emanuele