Young Gun Silver Fox, el dúo formado por Andy Platts y Shawn Lee, llevan años deleitando los oídos de quienes añoramos los 70 más sofisticados, luminosos y alegres musicalmente.
Eso que se llamó despectivamente Yacht Rock y que, con el tiempo, se ha convertido en un género respetable. Cuando sacan un disco ya sabemos qué esperar: la elegancia de Steely Dan, el groove de los Doobie Brothers, el sol de California y cierta vitalidad funk. Ellos quisieron jugar a esto desde el principio y no tienen por qué esconderlo. De hecho abren el disco con «Stevie & Sly» expresando su voluntad de volver a 1975 y su pesar por no haber vivido aquella época. Aunque ya lo sabíamos, siempre maravilla constatar que tocan todos los instrumentos salvo la sección de vientos, mostrando tanta habilidad para ello como pericia compositiva. Una anomalía en estos tiempos que corren. Llámalo escapismo o nostalgia, pero arrancan temas como «Just for pleasure» o «Burning daylight» y no puedo evitar cerrar los ojos e imaginarme en 1975 con ellos. Y que le den al quincallero siglo XXI.
Texto: Fidel Oltra