Discomático

Peitolover – Peitolover (Le Pork Records)

Aquellos que, con mayor o menor fortuna, nos dedicamos a esto de escribir sobre música, nos planteamos la(s) escucha(s) y posterior consideración de un álbum partiendo de distintos parámetros. Uno de ellos, mayormente temido, es el primer “disco de los colegas”. Esto es, aquel amigo o amigos que debutan al respecto y ante cuyas canciones uno puede (debe) enfrentarse a diversas tesituras: desde el catastrófico “menuda puta mierda, a ver qué digo yo ahora”, hasta el condescendiente “pues no está del todo mal, lo liquido con cuatro lugares comunes y me vuelvo pal bar”. Nuestro protagonista, redactor a su vez de “esa otra revista” que aquí no nombraremos, seguro que sabe de lo que hablo.

Lo que no es tan común es que el disco te sorprenda a la primera, que al tercer tema hayas dejado caer otros tantos monóculos y que una vez terminado, te quedes con la peor de las posibilidades: tener que ser sincero, reconocer que se trata de un estupendo trabajo pero, a la vez, redactarlo sin que el texto suene a amiguismo y peloteo.

Lo primero a destacar sería que Borja Vera, el individuo agazapado tras tan curioso nombre artístico, no nos ha castigado con el típico esfuerzo juanpalomo; aquí no encontramos la clásica entrega amateur, tan bienintencionada como ratonera, sino un trabajo bien producido, con atención al detalle y mimo a las texturas. Para ello, chico listo, ha sabido rodearse y dejarse aconsejar por gente como Santi Ruiz Alconero o Javi Planelles; las guitarras del primero y los tambores del segundo han vestido la voz y los sintetizadores de Borja para que aquello que se adivina como buen material de partida, haya acabado siendo un excelente resultado final.

Excelente en general, pero juguetón, desenfadado y hedonista en lo particular. Estas ocho canciones, esta media hora, reparten rock y electrónica en equilibrada balanza, mostrando las cartas sin pudor alguno. De Depeche Mode o Talk Talk hasta My Morning Jacket, Phosphorescent o Garrett T. Capps, pasando por docenas de otros referentes, Peitolover ha facturado un disco tan libre de pretensiones como cuajado de grandes momentos: «Ou Brother», «OMN OMD», «Running Away»… esto, se mire como se mire, no son simples divertimentos. No son los poemas o los relatos autoeditados de un cuarentón diletante. No son los mediocres bosquejos de un ilustrador frustrado.

No.

Aquí hay madera. Hay talento. Hay canciones firmadas por alguien que, antes o después, cerveza mediante, tendrá que explicarme por qué ha tardado tanto en echarse al ruedo. Y sí, al final puede que un poco a peloteo sí suene, todo esto.

Pero créanme, no lo es.

 

Eloy Pérez

 

Leave a Comment

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

*

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Contacto: jorge@ruta66.es
Suscripciones: suscripciones@ruta66.es
Consulta el apartado tienda