La liturgia sonora de cada verano ya tiene fechas y cartel por días: Sonorama Ribera volverá a convertir Aranda de Duero en la capital oficiosa de la música en directo del 6 al 10 de agosto de 2025. En su 28ª edición, el festival promete otro atracón de conciertos, reencuentros y siestas a la sombra del Ribera del Duero (vino mediante).
La fiesta arrancará el miércoles 6, con un arranque que calentará motores a golpe de pop luminoso y electrónica gamberra: Nil Moliner, Rulo y la Contrabanda, Cycle e INNMIR serán algunos de los encargados de inaugurar la jarana. El jueves 7 tomará la Plaza del Trigo, corazón emocional del festival, y desplegará un menú variado donde convivirán Supergrass —históricos del britpop que aterrizan en Aranda para repartir nostalgia a raudales— con Viva Suecia y el colectivo de DJs FUZZZ by DJ Nano, dispuestos a agitar conciencias y caderas hasta la madrugada.
Pero será el viernes 8 cuando Sonorama muestre músculo y se confirme como un festival capaz de mezclar sin rubor clásicos y nuevas camadas: Franz Ferdinand encabezan una jornada de infarto, acompañados por La Raíz, Rufus T. Firefly, Chambao y figuras del rap patrio como Nikone y Soge Culebra. La jornada incluirá también la actuación de Barry B, primer artista arandino en reventar el escenario principal. Si algo define Sonorama es esa capacidad de sumar la épica colectiva con la épica de barrio.
El sábado 9 seguirá la inercia ascendente con Amaia, Arde Bogotá —que desplegarán por primera vez su escenografía completa de El Eclipse—, Dorian, Don Patricio y Delaporte, confirmando la buena salud del pop alternativo hecho en casa. El domingo bajará el telón con un broche de sabor mestizo: El Nido, Cosmic Wacho y Queralt Lahoz, entre otros nombres que pondrán la guinda a un fin de semana de vértigo.
La programación paralela volverá a ser otro de los platos fuertes: Plaza La Sal, Charco, Tierra de Sabor, Glo Music Hall, Sonorama Baby y el Escenario Comedia ofrecerán sesiones de electrónica, propuestas familiares, monólogos y descubrimientos indie que florecen al margen de los focos.
Las entradas por días ya están a la venta (de 35€ a 45€ más gastos), con un último aviso a navegantes: este viernes suben de precio los abonos generales, que pasarán a costar 95€. El festival contará también con glamping y zona de acampada, para quienes prefieran dormir (o intentarlo) cerca del epicentro del jolgorio.
El verano que viene, Sonorama promete otra peregrinación colectiva a base de canciones, polvo en las zapatillas y brindis sin hora de cierre. Nos vemos en Aranda de Duero.
Texto: Carlos López
