El mundo de la música está de luto, y por tanto el ruterismo también. Sylvester Stewart, más conocido como Sly Stone, ha fallecido a los 82 años. Fundador y líder de Sly & The Family Stone, Sly fue una figura esencial en la evolución del funk, el soul y el rock psicodélico, y uno de los artistas más innovadores y visionarios del siglo XX. Desde finales de los años 60, su banda multirracial y de género mixto fue una anomalía en una América aún profundamente conservadora, aunque empezando a estar dividida, convirtiéndose en símbolo de una utopía posible: unidad, groove y mensaje en perfecta comunión.
Algunos de sus grandes éxitos fueron Dance To The Music (1968), cuya canción homónima fue un himno de la contracultura, Stand (1969), una celebración del idealismo hippie con conciencia racial y ritmo irresistible con canciones como «Everyday People», o There’s A Riot Going On (1971), más denso y experimental con temas como «Thank You for Talkin’ to Me Africa» o el hit «Family Affair».
Sly no fue ajeno a los excesos. Las drogas y el aislamiento marcaron su trayectoria posterior. Durante décadas, Stone vivió casi como un fantasma, desaparecido, esquivo y olvidado, convertido en leyenda viva y en una víctima de su propia fama.
Recibió un Grammy honorífico en 2006 y publicó en 2023 su autobiografía, Thank You (Falettinme Be Mice Elf Agin): A Memoir, en la que ofrecía un vistazo íntimo a su vida de luces, sombras y redención.
EI
