Cuando John Fogerty se lanza sobre su guitarra, suelta un riff inmortal desde el escenario y desata el rugido de león de su voz, no se trata solo de escuchar, uno se levanta del asiento, se pone de pie y baila con toda la energía que tiene!
Fogerty posee el don mágico de infundir en el ADN de sus canciones la energía visceral del Rock ‘n’ Roll de los años 50, tal como lo expresaron Elvis, Little Richard y Chuck Berry. Temas como “Bad Moon Rising”, “Proud Mary” y “Fortunate Son” hicieron que anoche en Londres unos 600 fans apasionados se rindieran en un evento especial para promocionar el lanzamiento de su nuevo disco Legacy, previsto para finales de agosto. El legendario cantante, compositor y guitarrista que en 1969 y 1970 lideró a la banda de sencillos más importante del mundo, Creedence Clearwater Revival, cumplió 80 años este mayo. Pero lejos de disminuir el ritmo, está claramente disfrutando el mejor momento de su vida.
Durante una sesión de preguntas en el escenario, explicó que Legacy, una regrabación de 20 clásicos de Creedence, no era un simple ejercicio comercial. Representaba, más bien, la oportunidad de recuperar con orgullo su propio legado después de años oscuros luchando por los derechos de su magnífico catálogo. También servía para demostrar que sigue en plena forma. Legacy es, según dijo con orgullo, un proyecto familiar: inspirado por su esposa Julie y llevado a la vida en el estudio junto a sus hijos músicos, Tyler y Shane.
Este nuevo álbum le dio la alegría de revivir canciones como “Who’ll Stop The Rain”, “Lodi”, “Green River” y “Born On The Bayou” para presentarlas a nuevas generaciones. Temas que han demostrado su capacidad de hablar con urgencia vibrante sobre la época en que fueron creados, y cuyas resonancias siguen haciéndose sentir con fuerza décadas después. No sorprende que Rolling Stone haya afirmado que Creedence es el grupo que más ha influido el rock contemporáneo.
Fogerty reconoció con entusiasmo la profunda influencia que tuvieron en él las canciones de Stephen Foster que escuchaba de niño. Entendió desde temprano que podía existir un compositor cuyo nombre quedara ligado para siempre a una canción, sin importar cuándo o dónde se interpretara. A los 8 años ya escribía canciones mientras aprendía a tocar la guitarra. Cuando el Rock ‘n’ Roll clásico estalló en la radio y la televisión, quedó electrificado. Escuchar a Elvis cantar con fuerza “My Baby Left Me”, acompañado por los riffs brillantes de Scotty Moore, fue una epifanía que marcó su destino: escribir, cantar y tocar canciones que impactaran a su generación como Elvis lo había hecho con él. Y eso es exactamente lo que logró. Con un fervor casi profético, se propuso capturar el momento y dejar su visión de la vida y los tiempos de América grabada en la imaginación de todos los que escucharan sus grandes canciones. Legacy honra esa visión con un poder cautivador. Para John Fogerty, al mirar al cielo nocturno, no hay una mala luna en ascenso, sino una luna llena dorada iluminando el mundo.
Texto y fotos: Thom Hickey