En septiembre de 1928 veía la luz, en una pequeña granja de Tennessee, Cora Walton. Una boca más que alimentar en ese momento para sus progenitores y, si la cosa iba bien, un par de manos más para trabajar la tierra en cuanto su edad lo permitiera. Desde muy joven, la música fue muy importante para ella: la radio, el góspel y las canciones de Bessie Smith o Memphis Minnie forjaron una vocación que no tardaría en cristalizar.
A principios de los años cincuenta, ya casada con Robert Taylor, de profesión transportista, hicieron las maletas para trasladarse a Chicago, con el objetivo de tener más oportunidades laborales y vivir de manera más desahogada. Finalizaba la década y ya se había hecho un nombre en los clubes de la ciudad. Se hablaba de una vocalista torrencial, apasionada y con un rango vocal extraordinario. Uno de los grandes, Willie Dixon, la apadrinó, dándole un impulso decisivo a su carrera. Consiguió que grabara una de sus composiciones en un sello subsidiario de Chess, se trataba de «Wang Dang Doodle», que ya había sido editado por Howlin’ Wolf un lustro antes. El sencillo fue un pelotazo, vendiendo casi un millón de copias, una barbaridad para la época. Y Cora Walton dio paso, para siempre, a la leyenda: KoKo Taylor, The Queen of the Blues.
Su carrera es abrumadora: multitud de giras, grabaciones para Chess, y una etapa —la que va desde 1975 hasta 2007— fichada por el sello emblema del blues contemporáneo, Alligator. Allí publicó álbumes tan destacados como I Got What It Takes (1975), The Earthshaker (1978), Queen of the Blues (1985), Live From Chicago: An Audience With the Queen (1987), Force of Nature (1993), o su último disco, Old School (2007). Cosechó multitud de premios y galardones, y fue una influencia decisiva para generaciones posteriores, hasta su fallecimiento en 2009, a causa de complicaciones tras una intervención quirúrgica, a los ochenta años.
A mitad del próximo mes de julio, concretamente el día 18, Alligator editará Crown Jewels, un recopilatorio con una docena de los mejores temas de Taylor, remasterizados para la ocasión en vinilo de alta calidad, y también disponibles en plataformas digitales. Bruce Iglauer, fundador y presidente de la compañía, ha declarado que han tratado de mostrar a la vocalista en su máximo esplendor. Entre las canciones seleccionadas encontraremos, obviamente, la citada «Wang Dang Doodle», así como «Mother Nature», «I’m a Woman», «Come to Mama», «Hey Bartender», «Can’t Let Go» y su recordada y conmovedora lectura de «I’d Rather Go Blind», tomada del disco en directo publicado en 1987.
Nunca está de más volver la vista atrás, y más si es para recordar el enorme talento y el peso específico de una de las mejores intérpretes que ha dado el blues en toda su historia. Emoción a flor de piel gracias a unas cuerdas vocales privilegiadas.
Manel Celeiro