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Shego – Santana (Bilbao)

 

Los viejos rockeros y rockeras, esas alimañas que llevan décadas llenando salas y manteniendo viva esa llama que, aunque se siga hablando cíclicamente de ello, nunca se extinguirá, a veces no son conscientes de que fuera de su mundo (nuestro mundo, que yo también me incluyo) hay otras escenas que merecen la pena visitar al menos una, dos o las veces que hagan falta.

Y en una de esas escenas, quizás de las que mueven a un público más joven, está Shego. Un trío de chicas que a su manera portan una bandera de rebeldía que no es la misma de hace unas décadas, pero que reivindica quizás lo mismo de siempre pero de otra manera. Un plantar cara rotundamente las cuestiones de la vida, cuestiones e injusticias, que siempre nos han ocupado y preocupado. El concierto de Shego en la sala Santana (de sus tres espacios, el de arriba, que en el central había otro show no tan reivindicativo, la verdad) fue una muestra de ello. Un público entregadísimo y muy abundante (las artistas se maravillaron por tanta afluencia) y joven, que durante hora y cuarto coreó hasta la extenuación las canciones de un grupo que se mueve en el espectro indie y pop español (esos dejes a Los Fresones Rebeldes bien reconocibles) y momentos muy “riot grrrl” cuando querían meter zapatilla.

El amor, entendido tal y como lo entienden las personas de su edad (aunque el punto de vista más habitual era femenino, como su público), con esos desgarros emocionales intensos, la mala hostia y ganas de destruir, la rabia, los deseos y motivaciones entre otros sentimientos forman parte de su temática más importante y dan en la diana porque sí podemos atestiguar que su gente quiere lo que el trío (esta vez apoyadas con una batería muy activa) le da. Con “Un secreto” como inicio (y las tres sotanas rojas de la portada de su último trabajo “No lo volveré a hacer”, que les duraron puestas ese tema) se desencadenó la entrega de sus seguidoras. Aunque no tocaron “Fumas?” (temazo) sí sonó “Oh boy”, su otro hit para el que suscribe, en plan karaoke multitudinario, además de otras canciones como “ArghHhh!”, “¡Viva!” (Versión de Los Punsetes), “No quiero”, “Que muera el amor”… un repaso por su último trabajo (se cascaron los trece temas, así se presenta un disco nuevo), cinco de “Suerte chica” y un par del EP “Tantos chicos malos y tan poco tiempo”, junto a dos canciones más.

La complicidad entre Shego y sus incondicionales se vio clara (bromas, discursos breves pero que conectaban, retos de montar un buen pogo –que no es el público de Mötorhead lo tenemos claro, pero se lo pasan igual de bien-) y quizás el sonido podía haber sido un poco mejor, pero esto es lo que hay. Con la aclamada “Curso avanzada de Perra” y “Vicente Amor” acabó la actuación. E insisto: No está de más probar un poco de otros ambientes y escenas. Quizás para valorar lo que defendemos en las nuestras, pero también para ver que, de otra manera muy diferente, esto no se para. Somos diferentes pero en ciertas cosas también iguales. Y alguna vez fuimos tan jóvenes.

Texto: Michel Ramone

Fotos: Dena Flows

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