Vivos

Handsome Dick Manitoba – Sala Upload (Barcelona)

Sabes que hay cierta garantía en una banda cuando Frank Meyer (Streetwalkin’ Cheetahs) está involucrada en ella. Claro, que había aquel miedo razonado después del desaguisado de concierto que ofrecieron los Dictators por aquí, versión menos Dick, en la misma sala. De acuerdo, no entremos en absurdas comparaciones.

La gente puede leer entre líneas si así lo desea. En cualquier caso, Meyer de guitarra solista, sin tener que ejercer con el peso de ser el frontman, arañando todos esos riffs inmortales, y ataviado con camiseta de Suzi Quatro… ¿Es esa una garantía o no lo es?

La banda en sí era como un dream team del tema. El bajista Michael Butler (Exodus) hubiera lucido aún sin tocar, solo por llevar una camiseta con el jeto de Bun E. Carlos en ella. El guitarrista Craig Berhorst fue el complemento perfecto a Meyer, por sonido, por saber estar y por tono. Y luego estaba esa bestia humana de baterista, de nombre Scotty Slam; impecable todo el concierto, tocando con pegada, imaginación y conduciendo a la banda tan bien como en su día lo hiciera J.P. Thunderbolt con los viejos Dictators.

Banda chequeada; perfecta. Faltaba por ver y sentir en qué estado de forma aparecería el frontman definitivo del underground, la leyenda más persistente que haya dado jamás la ciudad de New York. Como el propio cantante comentó, ahora es medio humano y medio robot, por una intervención de cadera. Y cuando salió al escenario lo hizo torpemente, susceptiblemente envejecido. Pasaron veinte segundos y las dudas estaban despejadas; era el Manitoba de siempre, pero con un poco de barriga y torpeza en los movimientos.

¿Importaba? No, carajos. Sigue siendo divertido, cantando con ese distintivo suyo tan chulo y barriobajero, mezcla de vendedor ambulante y rapero, dando instrucciones a la banda con ese toque de capo cariñoso, y claro, todas esas frases memorables que suelta entre canción y canción, esos largos monólogos que valen tanto como la propia música ejecutada. A parte del  escaso público, por cierto,  no debió parecerle tan interesante esta faceta, cosa que entiendo si no hablas inglés con cierta desenvoltura, pero dudo que alguien que estuviese en Upload esa noche no haya visto al cantante con anterioridad para saber de qué iba la cosa, así que más que un problema de si controlas el idioma o no, es un tema de respeto.

Quiero decir, sabes lo que vas a ver, ¿no? Entonces, ¿por qué no coges tu lengua y la dejas dentro de la cavidad bucal y sellas los labios? «Soy Dick Handsome Manitoba y llevo haciendo esto un puñado de años. Así que tenéis que oírme cuando hablo», sentenció el cantante en uno de los intervalos en los que el nivel de decibelios obtenido por el murmuro era más molesto que nunca. En fin, es un mal endémico este, así como el del sonido de ambiente de los celulares o el cambio climático…  No pinta nada bien el mundo que le estamos dejando a Keith Richards y a Manitoba.

No hubo una sola canción que sonase esa noche y no fuera importante: «New York, New York», «Faster And Louder», «Stay With Me» («el tema por el que hubiéramos sido famosos»), «Baby Let’s Twist», «The Savage Beat», «Who Will Save Rock And Roll?», «The Next Big Thing» («del disco menos vendido de todos los tiempos»), «Two Tub Man», «Slow Death» («porque hay bandas que importan y no son famosas, como los Flaming Groovies»), la nueva «Deluise»…

Podías imaginarlo como quisieras, pero no puedes mejorar un repertorio así. Si los Dictators (incluyendo el álbum de Manitoba’s Wild Kingdome, que es un disco legítimo de los Dictators excepto en nombre) forman parte de tu vida, esa noche fue memorable. Punto. Esperaba algo de su disco de 2019, porque me gusta mucho y porque le hubiera dado cierto rigor actual a la velada. Pero entiendo que las canciones de ese disco, que tiene más que ver con un trabajo de Shadow Morton que con el propio Manitoba, no hubieran congeniado con la crudeza del material dictador.

Vayamos a por el siguiente capítulo. ¿Qué tal un disco de material propio con esta banda? ¿Y la opción de celebrar Bloodbrothers interpretándolo en su totalidad? Sea lo que sea será bueno. Como dijo el cantante: «Voy a estar haciendo esto hasta que muera». Manitoba cumplirá con sus palabras y tengan por seguro que lo que haga lo hará bien. No quedan muchos tipos como él en este negocio. Celebremos, pues, que siga adelante.

 

Texto: Sergio Martos

Fotos: Marina Tomás Roch

 

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

*

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Contacto: jorge@ruta66.es
Suscripciones: suscripciones@ruta66.es
Consulta el apartado tienda