Esta debía ser la crítica al concierto de Desert Vipers y Pantaje al que asistí el pasado viernes 16 de Mayo en Albacete, pero ese día algo estalló dentro de mí y, a pesar de que las dos bandas se salieron, lo dieron todo y demostraron que no hace falta llenar un estadio para derrochar actitud y sudar buen rock & roll, he preferido quejarme (no de las bandas), y a ello voy.
Esta mañana me he hecho mi café con un poquito de azafrán y he intentado desarrollar mi disgusto de manera no ofensiva, pero tras un rato he pensado que lo correcto es dejar que mi cabeza escupa y mis dedos escriban tal cual, pues al final lo único que quiero es dar mi opinión, sin maquillaje.
Todas y todos estaremos de acuerdo en que es una lástima cuando vas a un concierto y apenas hay público, piensas en el trabajo que esa gente ha hecho con ensayos previos desarrollando canciones, sacrificando familia, colegas y lo que haga falta, pues compaginan la música con sus trabajos y estudios, kilómetros de furgoneta hasta llegar al destino, mal dormir y mal comer para que el fin de semana no sea un desfalco en las cuentas personales de los miembros de la banda y, cuando llega la hora del show, con apenas 10 o 20 entradas vendidas, te guste más o menos lo que estás viendo y escuchando, lo dan todo encima del escenario. Una PENA, sí.
Y es que empiezas a analizar la situación y te das cuenta de que un concierto de dos bandas por 10€, aún sin saber nada de esas bandas, para ti que presumes de asistir a todos los conciertos que puedes y de apoyar bandas y salas, es una ganga. Pero además es que hoy día puedes escuchar algo de prácticamente cualquier banda que vaya a tocar en tu ciudad, estamos en la era digital y el menos ‘pintao’ tiene un tema colgado en la red.
Tal vez lo escuches y no te guste, o tal vez, y aquí entra la tercera parte de la ecuación (artista, público y sala, esas son las tres partes), ni siquiera te hayas enterado del concierto, y es que todo el mundo apoya a las salas, las necesitamos para tener esos circuitos underground donde las bandas se den a conocer y puedan empezar a rodar.
Pero queridas salas y promotores (no todas las salas ni todos los promotores, conozco a gente tanto en mi ciudad como en todo el territorio nacional que merecen todos mis elogios), no solo vale con estar y dar el espacio, está muy bien el discurso de que los tiempos han cambiado y por eso ahora hay que cobrar a las bandas para tocar, a parte de que te quedes la barra, pero precisamente porque los tiempos han cambiado y lo han hecho para todo el mundo, al igual que tu ahora pides más, también debes de hacer más y promocionar el show por el que has apostado en tu casa.
¿O tal vez estás cobrando, no porque hayan cambiado los tiempos, si no porque así tu te aseguras un dinero y que le den al artista, pues no te importa un carajo? Unos eurillos en redes sociales y unos carteles en los bares de tus colegas donde sabes que puede interesar el bolo, no te cuesta tanto y ganamos todos y todas.
Salud & Fuzz
Texto y fotos: Tordo Pinchadiscos
