Encuentros

Zålomon Grass, dispuestos a todo…

El trío la lío parda entre los aficionados con su primer larga duración, Space Opera, un álbum conceptual repleto de influencias setenteras clásicas que sonaban revitalizadas por el buen hacer y la energía que les inyectaban. El boca a boca y su consistente directo los llevó lejos, quizás más de lo que ellos mismos esperaban. Merecido premio a su entrega y calidad musical.

Trouble In Time, el siempre difícil segundo disco, demuestra que han madurado, que cada vez suenan más personales y que la apuesta está más que consolidada. Gabriel Mckenzie (guitarras eléctricas, voz, coros), Mauro Comesaña (batería, percusión, coros) y David Rodd (bajo, guitarra acústica, coros) responden a nuestras preguntas.

Los tres tenéis un buen bagaje a vuestras espaldas con nombres como Soul Jacket, Naipes, Jaguars, Karma Animal, Spoonful o ¡You Dog! ¿Qué inquietudes os llevaron a crear el proyecto Zålomon Grass?

Mauro: Desde el primer momento que vi a Mckenzie en un escenario me dije “tengo que tocar con este tío”. Es una fuerza de la naturaleza, con unas cuerdas vocales prodigiosas y un estilo muy, muy personal, algo difícil de encontrar en estos tiempos. Con David sucede lo mismo, tiene un estilo de tocar el bajo muy peculiar, siempre aporta matices y se mueve por la escala aguda del mástil, una gozada tocar con él estos ritmos y cadencias pesadas del hard rock y el blues.

McKenzie: Y Mauro tiene un estilo muy personal y con muy buen gusto a la hora de tocar la batería, además de cantar coros con armonía a la perfección.

Mauro: Queríamos unir fuerzas y crear juntos bajo el nombre de una nueva banda, canciones que sonasen atemporales, que resultase imposible categorizarlas en una época en concreto, y que sirvieran para acompañar y dar fuerzas a cualquier oyente que estuviese atravesando un momento difícil en su vida, desde el punto de vista del blues y el rock and roll.

He leído que citáis a Led Zeppelin, Deep Purple o Rush como influencias. Normal con una propuesta musical como la que hacéis, pero creo que hay bastante más en vosotros que esos nombres clásicos… ¿Cómo definirías vuestro sonido?
Mauro: Sería mentir el decir que esos grandes nombres no nos han influido a la hora de hacer nuestra música. Pero lo que es cierto es que nuestras influencias son muy amplias y variadas y no se quedan en una o dos bandas de la época, sino que siempre hemos bebido de lo mejor de cada grupo, de nuestras experiencias personales y de por supuesto el siglo XXI en el que vivimos. Todo eso en una coctelera, con una pizca de gasolina y componente lisérgico, es lo que compone el sonido de Zålomon Grass.

Siguiendo con ese tema… Musicalmente hablando… ¿Tenéis ciertos límites o bien estáis abiertos a lo que la propia evolución de la banda os lleve?

McKenzie: Nuestra intención desde el principio siempre ha sido la de ir evolucionando poco a poco, no solo musicalmente, sino también a nivel artístico y por supuesto en nuestro espectáculo. Quedarse en una fórmula y no empujar esos límites sería un error, quizá no tanto para nuestro público como para nosotros mismos. Pero al mismo tiempo, una máxima autoimpuesta es la de no perder nunca nuestros orígenes ni olvidarse del punto de vista del Blues a la hora de hacer nuestra música. Aunque uno de nuestros temas pueda sonar a cualquier cosa menos a eso, te puedo asegurar que el blues siempre está detrás. Es la raíz de todo.

Tras un par de E.P.’s publicáis Space Opera. Un disco conceptual…  Algo no muy común en la actualidad…

Mauro: Al menos nada común en nuestro estilo. Pero a la hora de conformar el disco, todas las canciones tenían un hilo conductor, un nexo de unión, o una historia que evolucionaba de la anterior. Era un álbum conceptual, quisiéramos o no

Cosecha una excelente recepción, tanto a nivel de prensa especializada como de los que lo escuchan… ¿Esperabais esa buena acogida?

McKenzie: Ninguno estaba preparado para lo que iba a significar ese disco. En un momento de recesión en la escena del rock and roll, no podemos más que emocionarnos y dar las gracias por todo lo bueno e inimaginable que ese álbum nos ha traído.

Imagino que uno de los puntos álgidos de la gira de ese disco fue la actuación en Montreux. ¿Qué creéis que os aportó como banda esa experiencia? ¿Qué tal fue la reacción de la audiencia?

McKenzie: Aquello fue como un sueño. Que nos contactasen desde Suiza y nos quisiesen llevar a tocar al festival más famoso y prestigioso del planeta, un festival en el que hemos visto a todos nuestros artistas favoritos, nos dejó pensando que aquello era un engaño. Pero todo era mejor de lo que habíamos imaginado. Todo estaba medido a la perfección y cuidado al milímetro para el artista al máximo nivel. Y todo ello conduce a uno de los mejores conciertos de nuestra carrera, en aquel escenario para miles de personas que no nos conocían pero que nos llevamos como fans al bajarnos del escenario. Al finalizar, la organización insistió en llevarnos a una jam session exclusiva con los mejores músicos que hemos visto en nuestra vida, todos improvisando juntos. Y al día siguiente vuelta a casa y ducha de realidad.

Llegando al presente, tenemos nuevo disco, Trouble In Time, y también con un hilo conductor, el inexorable paso del tiempo y sus consecuencias…. No cabe duda de que os gusta que haya un nexo entre las canciones…
Mauro: En este disco la situación se dio la vuelta. Los temas no tienen un nexo común en la narrativa. Sin embargo, todo lo que vivimos personalmente desde que decidimos grabar otro disco hasta unas semanas antes de publicarlo es lo que envuelve el álbum. Inundaciones, accidentes, trabajos, continuar de gira, series de inconvenientes insospechados… En muchas ocasiones pensamos que no lo íbamos a lograr. Y al final, tras muchos “problemas en el tiempo” (Risas), aquí está en nuestras manos.

¿Qué diferencias hay entre uno y otro álbum? ¿Cómo ha cambiado la banda en el tiempo transcurrido?

David: Además de la inherente experiencia ganada por las extensas giras que hemos llevado a cabo, y en la que ya estamos metidos; somos tres individuos bastante inconformistas con nuestro propio trabajo, y eso nos empuja hacia una evolución constante. Eso se ve en estos dos discos, y también en nuestro directo.

Repetís con Hendrik Róver y con vuestro David Rodd para la grabación….

McKenzie: Grabar en los estudios de Hendrik en Santander es increíble. Además de la calidad de las instalaciones, grabar con él es estar con un buen amigo, que nos conoce a la perfección y sabe cómo sacar lo mejor de nosotros en las tomas. Y para una banda, tener un integrante con un equipo y conocimientos como David para mezclar el disco en nuestra ciudad, hace que el trabajo se acerque al máximo a lo que sonaba en nuestras tres cabezas.

La verdad es que suena de lujo, Temas como «Ruins of Modern Past», «Bad Combination», «I’m Feelin’ Lonely» o la final «Contradictions» capturan perfectamente el espíritu de la banda…

David: ¡Gracias! Hemos volcado toda nuestra esencia en ellas.

Mauro: hemos cuidado los detalles como nunca antes. Queríamos hacer el disco que nos gustaría escuchar como fans, lleno de matices, de arreglos que te sorprendan, y con un track list ordenado de manera delicada, para que sea una experiencia casi cinematográfica. Ponemos mucha atención en el orden en que se desarrollan y ordenan las canciones en nuestros directos, y para este disco volcamos todo lo aprendido de esos shows.

Otra cosa que me ha llamado la atención es el diseño gráfico. Después del volador barco espacial del debut, ahora mostráis un único signo ocupando la portada… Más minimalista y enigmático…

McKenzie: Somos unos apasionados del misterio, el simbolismo, las dobles lecturas y lo oculto. Así que nos gustaría que nuestros fans expongan sus teorías de lo que ellos interpretan, y sus significados. Así nos entretenemos en la furgoneta durante las muchas horas que vamos a pasar en la carretera durante esta gira

Ahora toca llevarlo al directo. ¿Cómo se presenta la gira?

David: Ya estamos metidos en un extenso Tour en el que cruzaremos la península en muchas ocasiones. Pero nuestra intención es ir lo más lejos posible con este disco bajo el brazo. Si el anterior nos llevó hasta Montreux, ¿A dónde nos llevará Trouble in Time? Quien quiera llevarnos, que no dude en contactarnos.
Mauro: Nosotros estamos dispuestos a todo, ahora mismo estamos organizando unas cuantas fechas por Australia, ya que hay en el área de Sidney gente muy interesada en llevarnos, veremos si cuaja.

Pues espero que salga todo bien. Para finalizar, relacionado un poco con la pregunta anterior, algo a lo que seguramente habréis respondido un montón de veces… ¿Qué suma o resta ser de Vigo? Alejados de los centros neurálgicos, tendrá cosas buenas y malas, imagino…
McKenzie: Claro. Lo bueno es que Galicia es inmejorable y está llena de música, y la vida se lleva mejor. Lo malo es que ir en furgoneta a cualquier otro sitio significa mínimo tres y media hasta salir de la comunidad autónoma. Un dineral en alquiler de vehículo y combustible, y eso los programadores no lo suelen entender. Pero bueno, luego vienen bandas de Suecia o Australia y claro, les incluyen todos los gastos, aunque los conozca menos el público. Nadie es profeta en su tierra, supongo.

Manel Celeiro

Fotos: Lucas Salinas

Un comentario

  1. El símbolo de portada igual significa lo GRANDES que son los ZALOMON.

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