La tercera referencia de los sevillanos, Dime Dónde Estamos (BMG) llena de luz la primavera. Porque su música es soleada, vitalista, y va de la mano de una sicodelia pop sutilmente elaborada. Cambian de sello pasando a una major, abriendo así una nueva e ilusionante etapa. Nos lo cuenta todo Kike Suárez en las oficinas de su flamante sello en Madrid. Estarán presentando el disco el próximo 10 de mayo en la sala Apolo dentro del Festival del Mil.leni.
¿Cómo se produce el salto a BMG?
Antes estábamos en Ernie Records y creo que se produjo un desencanto por ambas partes. Terminamos la relación con la mala suerte de que, poco antes, Ortiga, Boyanka Kostova y Carlangas, también dejaban el sello. Eso hizo que fuera un poco más complicado, pero vaya, que fue una ruptura amistosa. Nos tiramos al vacío, la verdad. No nos llamó BMG; empezamos nosotros a picar puertas. Una situación en la que no habíamos estado desde 2018. Sin tener prácticamente a nadie que mire por ti. Pero hemos terminado muy bien, ¡hemos tenido mucha suerte!
En la letra de «Un Atraco» se pueden intuir las dificultades implícitas de tratar de vivir de la música. ¿Cómo vivís esta cuestión?
En Vera Fauna varios de nosotros tenemos nuestros trabajos aparte de la banda, aunque yo, por ejemplo tengo la suerte de que mi otro curro es bastante vocacional. Pero ya que te lanzas a un proyecto y que le dedicas tanto tiempo, lo suyo sería que fuese un poco más fácil acceder a unos recursos económicos para vivir tu vida. Sin fuegos artificiales, ¿sabes? Pagarte una casa y darle de comer a tus churumbeles, si los tienes. Pero hay situaciones en esa canción que han ocurrido. Lo de «llama mi casero y no estoy en casa», es una situación real, por ejemplo.
En su momento, los hermanos Amador mezclaron música rock anglosajona con su idiosincrasia andaluza. Lo vuestro es una versión evolucionada y expandida de ese punto de partida…
Eso se dice desde aquí, desde Madrid, o de donde sea, pero yo escucho bandas madrileñas y me suenan súper madrileñas también. Que alguien vea en Vera Fauna una idiosincrasia particular, es porque lo observa desde fuera. Desde dentro, el proceso no puede ser más natural.
Pero lo digo como un cumplido, ya que os ubico en una línea artística cronológica de mucha calidad, en la que os veo como un elemento que aparece en ella muy posteriormente, junto a Pony Bravo, por ejemplo.
Es que parte de mi escepticismo con esa forma de verlo está en el hecho de que me da mucho respeto que nos comparen con lo que para mí son dioses del Olimpo, vaya. Y Pony Bravo, ¡hombre, claro! ¡¡Sí, sí, sí! Son los mejores.
En general, en este disco sonáis muy confesionales e íntimos. Sin miedo a mostrar fragilidad o inseguridad.
Creo que cuando tienes tan poco tiempo para hacer música, te sale algo parecido a lo que nos ha salido aquí. Porque hacerlo bien te exige tiempo y no lo tienes. Entonces sale algo muy visceral. Queremos hacer algo grande e ir adelante, entonces hay que pegarlo muchos bocados al día, porque sólo son 24 horas. Por eso, el acto de escribir música, que para mucha gente es algo reposado, en nuestro caso, las posibilidades son las que tenemos. por eso creo que ha salido algo muy inmediato. Ha sido tan apremiante, que hemos contado lo primero que nos viene a la cabeza. Y al final, creo que eso es una fortaleza del disco. Es una foto de un año que hemos vivido juntos.
En «Sale el Sol» me resulta inevitable pensar en The Roots, pero después hay un giro que podría ser obra de Kevin Parker. El disco es muy dinámico, desde luego.
Ha sido un poco como aprender a programar. La aparición de Álex como productor, junto a Raúl Pérez de La Mina, la calidad técnica que tiene Jaime y Juanlu en la sección rítmica y mi propio proceso con la voz… Todo eso nos ha llevado a una capacidad de relajación que nos ha ayudado a guiar al oyente por nuestro camino. Creo que hemos conseguido que, en algunos momentos del disco, nos llevemos al huerto al personal. Poder impresionar sonoramente al oyente, sin hacer un estilo concreto, sino un pequeño regate musical, ¿sabes?
Como explicabas, repetís con la producción de Raúl Pérez, pero esta vez se suma Álex Fernández (teclista) como coproductor…
Raúl es un poco el responsable de ordenar nuestro sonido. Tiene una capacidad de escucha increíble y la paciencia de un santo. Y Álex hace un trabajo de preproducción. Cambiamos de local de ensayo y aprovechamos para convertirlo también en estudio. Y ahí empezó Álex a trabajar las ideas y pulirlas según llegaban al local. Eso hizo que las canciones llegaran a la grabación final muy trabajadas, lo cual nos permitió disponer de más tiempo para poner el broche final a las canciones.
Texto: Daniel González
Fotos: Alejandra Amere
