Encuentros

JD McPherson, escapada a un verano eterno

JD McPherson vuelve a la carga más auténtico que nunca con Nite Owl (2025). Se quita su reloj y lo tira al suelo, a lo Peter Fonda en Easy Rider, pero en vez de montarse a las dos ruedas de la “Captain America”, se sube al DeLorean de Back to the Future en busca de su destino, iniciando su gira europea en España este mes de mayo: viernes 23 en Surf-O-Rama (Valencia), 24 en Rock & Blues Cafe (Zaragoza), 25 en Kafe Antzokia (Bilbao), 26 en Sala But (Madrid) y 27 en La (2) (Barcelona).

Diez nuevas canciones bajo el brazo en las que late el sonido de varias décadas, jugueteando y fundiéndose bajo la brisa de un verano eterno de los años 60, con Chuck Berry, Buddy Holly, Bowie y el espíritu de las guitarras surferas y fronterizas de Dick Dale, Link Wray y Duane Eddy muy presentes.

Siete años desde tu anterior largo de estudio, tu cuarto LP y primer álbum navideño, Socks (2018), el periodo más largo entre disco y disco de tu carrera, con el EP The Warm Covers Vol.2 como previa en 2022 ¿a qué se ha debido esta cocción a fuego lento?

La primera parte de la grabación del álbum comenzó en 2020, justo antes de que la pandemia mundial lo paralizara un par de años. Durante ese tiempo, mi banda de gira de toda la vida se fue a hacer otras cosas, ya que todos estábamos reevaluando nuestras prioridades, yo incluido. Cuando la situación empezó a calmarse, no estaba realmente listo para retomar el disco. Antes de retomarlo, me metí en el estudio con mis amigos Alex Hall, Beau Sample y Doug Corcoran para grabar algunas versiones, que terminaron convirtiéndose en el EP The Warm Covers Vol.2, que fue precisamente lo que me animó a terminar Nite Owls.

Es cierto que no has parado de tocar en este tiempo, acompañando como guitarrista a Alison Krauss y Robert Plant en su proyecto colaborativo, ¿qué te enseñó esa aventura?

Me enseñaron a divertirme de nuevo y me ayudaron mucho a recuperar la confianza después de tanto tiempo. Todos me animaron muchísimo. También fue genial trabajar en las canciones de otros, para variar. Por encima de todo, esos conciertos con Alison Krauss y Robert Plant fueron muy divertidos.

Una de las características que definen este nuevo álbum es la fusión sonora que combina múltiples décadas y géneros. Una dosis fresca y brillante de new wave y glam, fusionándose a la perfección con el garage, el rock and roll de la vieja escuela y los sonidos surferos clásicos, todo ello filtrado a través de tu sello personal y estilo contemporáneo. Así, encontramos piezas que rezuman sensualidad, como la adictiva «Sunshine Getaway» inicial, la oscuridad resplandeciente del tema principal, «Nite Owls», o «Don’t Travel Through The Night Alone», como si Depeche Mode, Bowie, Alan Vega y T. Rex se hubieran embarcado en un crucero soleado con The Venture y The Beach Boys. ¿Cómo fue esa búsqueda sonora y qué te llevó a ella?

Me di cuenta de que el vibrante sonido twang de guitarras era el nexo común entre músicas muy distintas: bandas sonoras de Dick Dale, Duane Eddy, Ennio Morricone, e incluso Martin Gore de Depeche Mode. Este álbum se construyó en torno a los sonidos del surf, pero no necesariamente a su estructura musical. Siempre pensé que el sonido surf podía extenderse a muchos géneros musicales. ¡Durante un tiempo bromeé diciendo que el disco era como si The Ventures fueran la banda de sesión del primer disco de New Order!

Siguiendo con lo anterior, ¿Qué discos y artistas tuviste de cabecera durante el proceso creativo de estas nuevas canciones?

En aquella época, me apasionaba la bossa nova. No digo que la bossa nova tenga algo que ver con este disco, ¡pero quizá inconscientemente sí! Recuerdo escuchar la pista instrumental de Low de David Bowie mientras escribía la letra, para no pensar en mis propias canciones. Es un buen truco para los compositores: si te atascas en una canción, ponte unos auriculares y escucha música instrumental mientras escribes… Es una forma genial de reconectar el cerebro.

Dentro de esa mixtura y eclecticidad sonora, encontramos ese cóctel reposado y eléctrico de country y western, guitarras twang que popularizó Duane Eddy, mítico músico que nos dejó recientemente y al que dedicas el álbum, muy presente en cada surco y especialmente en temas como la instrumental y surf «The Phantom Lover Of New Rochelle», el inicio de la fantástica «Just Like Summer» o ese trémolo de «Shining Like Gold».

Conocí a Duane hace muchos años en Nashville, en una sesión. ¡Me sorprendió su versatilidad como guitarrista! Estaba fascinado con él. Seguimos en contacto a lo largo de los años y siempre me animó muchísimo. Pude tocar con él una vez más cuando hicimos la primera actuación con Alison Krauss y Robert Plant en la BBC. Era genial. Me dijo que le guardara un solo en mi próximo disco, algo que no pudimos hacer antes de perderlo. Hice mi mejor imitación de Duane en «Shining Like Gold».

Quizás una de las piezas en las que más palpita el sonido primigenio de JD McPherson sea en el vibrante rockabilly sesentero y magnético «I Can’t Go Anywhere With You», canción en la que encontramos la única colaboración del disco, Bloodshot Bill, añadiendo un extra de country. Háblanos de este tema y de cómo surge esta colaboración, por favor.

Había escrito la letra de esta canción y ni siquiera pensaba grabarla. El último día de grabación con Alex, Doug y Beau, la tocamos una sola vez y me pareció que tenía un aire a Link Wray genial. Soy un gran fan de Bloodshot Bill y pensé que el carácter de la canción le quedaría de maravilla a su voz como dueto. ¡Todo pasó rapidísimo!

Hablando de colaboraciones, en una de las letras también encontramos a unos buenos amigos, Jack Torrey y Page Burkum de Cactus Blossoms, que te ayudaron a tejer esa anhelada escapada de «Sunshine Getaway». ¿Cómo nace esta canción?

Los Cactus Blossoms estaban en Nashville, alojándose en casa de Jenny Lewis mientras ella estaba de gira. Fui a ver si se nos ocurría algo. Empezamos a contar historias, y hablaban del frío que hace en Minneapolis… incluyendo temas muy macabros. Todos tenemos un sentido del humor muy oscuro, así que nos reímos mucho. ¡Me encanta cómo quedó la canción!

Otro de los temas más luminosos y enérgicos, «The Rock and Roll Girls», con ese regusto setentero del Elvis Costello más power pop y pegadizo. ¿Qué historia encontramos en esta canción?

Es una historia real, sobre una chica que conocí en la prepa. Es una canción bailable sobre una tragedia en la preparatoria.

De esos últimos años preparatorios en el instituto, a tus estudios de cine y, para cerrar el círculo y tu idilio con el séptimo arte, leí que estás componiendo la banda sonora de la serie de televisión The Sensitive Kind, protagonizada por Ethan Hawke. ¿Qué nos puedes contar sobre este proyecto?

Estoy trabajando en ello ahora mismo, y es increíblemente divertido y gratificante. La serie se ambienta en mi ciudad natal, Tulsa, y todo encaja a la perfección. Siempre me ha encantado el cine, y sobre todo, las bandas sonoras. ¡Poder hacer música de esta manera y dormir en mi propia cama todas las noches es una gran oportunidad! Es extraño ver a estrellas de cine corriendo por una ciudad pequeña como Tulsa.

Te esperamos con muchas ganas este próximo mes de mayo por España, ya sabes que aquí tienes muchos fans. Al escuchar por primera vez el tema instrumental del disco, «The Phantom Lover Of New Rochelle», me acordé mucho de la última vez que te vi en directo por estos lares, en concreto en Torremolinos (Málaga), fue en un concierto muy especial que diste junto a los StraitJackets, en el Festival Rockin Race Jamboree. ¿Qué recuerdas de aquel concierto? ¿Y cuál dirías que es la conexión de JD McPherson con el público español?

Bueno, fue una experiencia maravillosa. Los Straitjackets son mis héroes y amigos. Recuerdo haberlos visto actuar en el programa de Conan O’Brien cuando estaba en el instituto, y no podía creer lo genial que era. ¡Me alegré muchísimo de que me invitaran a unirme a ellos! Recuerdo que en un momento de ese concierto miré a Eddie Angel y tuve un momento surrealista, viéndolo en la tele y ahora tocando junto a él, al otro lado del océano, lejos de casa.

En segundo lugar, España es muy especial para mí. Tengo muchísimos buenos recuerdos en vuestro país. Durante mucho tiempo, Madrid fue nuestro mayor público. El público español te hace sentir como en casa, y el rock and roll sigue siendo muy vibrante allí. Además, la comida es increíble, y la gente es encantadora y cálida. ¿Podrías hablar con tus líderes políticos para que pueda retirarme allí?

Texto: David Pérez Marín

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