Ya están aquí los horarios del RockLand Art Fest y lo primero que hay que decir es que han hecho los deberes: No hay solapes. Lo repetimos por si alguien se ha caído de la silla: ¡no hay solapes! Ningún artista coincide con otro, ni una triste pisada de minutaje. Lo cual, en los tiempos que corren, es poco menos que una declaración de guerra al estrés festivalero.
Nada de cálculos de “si me salto las dos primeras de uno, igual pillo el final del otro”. Aquí se puede ver todo. Y cuando decimos todo, es TODO. Y con un cartel que ya quisieran muchos macrofestivales de esos con norias y tirolinas: The Black Keys, Iggy Pop, Sex Pistols + Frank Carter, Jet, Wolfmother, Marcus King, Fantastic Negrito, Girlband!, Warmduscher, entre otros.
Del 18 al 20 de julio, el corazón riojano latirá al ritmo del mejor rock, punk, soul, y demás variantes que saben mejor con vino. El viernes 18 de julio, la jornada inaugural arrancará fuerte con la mítica banda Sex Pistols, que contará con Steve Jones, Paul Cook y Glen Matlock, acompañados por Frank Carter. Junto a ellos, nombres como Jet, los suecos Refused, The War and Treaty, Los Zigarros, Alcalá Norte, Battlesnake, P.I.L.T. y Ciclonautas, que prometen una primera noche cargada de energía.
El sábado 19 de julio llegará uno de los momentos más esperados, con la actuación de Iggy Pop, toda una leyenda que a sus 77 años sigue siendo sinónimo de actitud y rock sin concesiones. Compartirá jornada con Wolfmother, Deadletter, The K’s, Morgan, Delirium Tremens, Kira Mac, The Flying Rebolllos, Tobogán y Linaje, en una combinación que mezcla sonidos internacionales, talento estatal y una buena dosis de guitarras afiladas.
El broche final, el domingo 20 de julio, lo pondrá la potente dupla formada por The Black Keys y Marcus King, dos de los nombres más influyentes de la escena actual. Completan la última jornada Fantastic Negrito, Warmduscher, Girlband! y Rienda Suelta, cerrando tres días de música en directo, ambiente festivalero y arte en pleno corazón de La Rioja.
RockLand no busca ser el más grande, sino el mejor. Y con un cartel cuidado al detalle, sin masificaciones ni escenarios imposibles –y la promesa cumplida de poder disfrutar de cada actuación– está muy cerca de lograrlo. Porque RockLand propone otra cosa: menos histeria, más música; menos ansiedad por llegar, más ganas de quedarse. En un recinto cómodo, a escala humana, con espacio para respirar, para bailar y para emocionarse sin necesidad de prismáticos ni escapismo. Y eso, amigos, vale más que mil pulseritas VIP para influencers.
Texto: J.F. León
