Otro mes de estupendas novedades prog con nombres ya conocidos (Neal Morse, Robert Reed, Steve Babb, Clive Nolan) una reedición de PFM y alguna que otra cosecha de más nuevo cuño. Aprovechen y disfrútenlos, que cualquier día viene otro apagón y nos vuelve a dejar los altavoces a oscuras.
Cosmic Cathedral
Deep Water (InsideOut)
Nuevo regalo de Neal Morse, en esta ocasión junto al guitarrista Phil Keaggy, el bajista Byron House (dos viejos colaboradores suyos) y el batería Chester Thompson, al que muchos recordarán como músico de directo en Genesis. Y decimos regalo porque Deep Water es un excelente álbum; cinco temas entre los que destacan la inicial «The Heart of Life» y los casi cuarenta minutos, divididos en nueve partes, de «Deep Water Suite». Un nuevo ejemplo de la inspiración e inagotable capacidad creativa de este hombre.
Robert Reed
Sanctuary IV (Tigermoth)
Tras una cierta diversificación en las dos soberbias entregas de The Ringmaster en 2021 y 2022, Robert Reed -ayudado por Les Penning y el legendario batería Simon Phillips- retoma la serie que inició en 2014 con una cuarta entrega en la que, asegura, “fue fantástico volver a la versión larga de los álbumes originales de Sanctuary (…) Dos piezas musicales de veinte minutos, con un tema final corto, conforman el formato clásico de los álbumes de los años setenta”.
Solstice
Clann (Wild Thyme)
Con este disco, la veterana banda surgida en Milton Keynes en 1980, liderada por el incombustible Andy Glass, cierra la llamada The Sia Trilogy, que completan el álbum del mismo título editado en 2020 y su continuación dos años más tarde, Light Up. Cinco nuevos temas a los que, en la edición en CD (lanzada a través de su propia Progrock.com’s Essentials) se les añade una nueva grabación de «Earthsong», originalmente incluida en su debut Silent Dance (1984).
Bjørn Riis
Fimbulvinter (Karisma)
“Este no es un álbum autobiográfico, pero quería compartir partes de mi propio viaje y abordar un tema que considero a la vez profundamente importante y, a la vez, un tanto tabú”. Basándose en sus propia experiencia con la ansiedad, y con la colaboración de Henrik Bergan Fossum (Airbag) y Arild Brøter (Pymlico), Riis entrega un notable trabajo en el que lleva a terrenos progresivos sus influencias del hard rock y el AOR de finales de los setenta y primeros ochenta.
Premiata Forneria Marconi
The Manticore Studio Albums 1973-1977 (Manticore / Esoteric Recordings)
No solemos incluir reediciones en nuestra selección mensual, pero hoy nos saltamos esa norma no escrita para dar cuenta del lanzamiento de esta pequeña box set, que recoge en CD Photos Of Ghosts (1973), The World Became The World (1974), Chocolate Kings (1975) y Jet Lag (1977), los cuatro álbumes que los milaneses grabaron para Manticore, el sello fundado en 1973 por Emerson, Lake & Palmer junto a su manager, Stewart Young.
Imaginaerium
Siege (Progrock.com Essentials)
Tras presentarse en sociedad en 2022 con The Rise of Medici, el proyecto de Clive Nolan y Laura Piazzai edita un nuevo álbum conceptual, “un emocionante paisaje musical que abarca la cultura antigua y moderna”, en sus propias palabras. Mezclado y masterizado por John Mitchell, Siege sigue manteniendo la química entre la voz de Piazzai y los teclados y arreglos de Nolan, al tiempo que potencia la vertiente teatral (operística incluso) del invento.
Glass Hammer
Rogue
Mucho ha llovido desde aquel Journey of the Dúnadan con el que debutaban en 1993 pero Rogue, el vigesimosegundo álbum en la carrera de los estadounidenses (a día de hoy más un proyecto en solitario de su fundador, Steve Babb, que otra cosa) sigue dando cuerpo a una propuesta que no ha perdido un ápice de su vigencia. Puede, en esta ocasión, que estemos ante un trabajo más reflexivo y comedido que sus inmediatos precedentes, pero igual de reconocible hasta para el último de sus seguidores.
Fulguromatic
Fulguromatic (áMARXE)
Los franceses Paul Cossé y Lancelot Rio son los dos nombres que conforman esta nueva propuesta, cuyo álbum debut oscila entre el sonido Canterbury y el jazz-rock (tanto monta, que diría aquel) con algún que otro guiño a Magma (ese “Rio” de uno de ellos sospechamos que no es apellido paterno). Referencias clásicas que no impiden que el disco suene contemporáneo, vanguardista incluso por momentos, al tiempo que increíblemente fresco y desenfadado. Habrá que seguirles la pista, en adelante.
Eloy Pérez