Ineludible penúltima jornada del Blues & Ritmes de Badalona con la presencia de la jovencísima blueswoman irlandesa, Muireean Bradley y el todoterreno tejano, Jesse Dayton. El Teatre Margarida Xirgu no acabó de llenarse, aunque registró una excelente entrada.
Dos intensas horas en las que pasamos del penetrante sosiego a la ametralladora rítmica sin apenas darnos cuenta. Si alguien piensa que lo acústico no casa con la electrificación, se equivoca, al menos cuando hablamos de géneros hermanos. La única mácula que podemos achacarle al espectáculo presentado, fue su duración (dos horas), principalmente, en lo que respecta a la de Dayton, quien después de finiquitar su exhibición con el “White Freigt Liner Blues” de su adorado Townes Van Zandt, no pareció tener ningunas ganas de abandonar el escenario; todavía estaría lanzando riffs.
Es demasiado pronto para encumbrar a Muireann Bradley (18 años), sin embargo y con un único disco en el mercado, esa tan celebrada compilación de versiones de blues añejo bautizado como “I Kept These Old Blues” (el título no engaña a nadie), nos da la impresión que tenemos ante nosotros una estrella, por pulir, pero una estrella. Su frágil y juguetona voz (un par de tonos más alta que la de Joni Mitchell, por citar un ejemplo parecido) engaña. Esa delicadez posee profundidad y cala desde el primer instante. Si a eso le añadimos su pericia con la guitarra (utilizando el método fingerpicking), el rústico engranaje nos queda completo.
Es evidente que la mayoría del público que acudió a Badalona fue a ver y escuchar al carismático Dayton, pero no hubo nadie que, en el descanso, nos dijera algo en contra de la precoz y talentosa artista que visitaba Catalunya por primera vez, es más, hasta los seguidores del rudo sonido rockero quedaron encandilados. Su blues respira esperanza, incluso cierto júbilo, aunque recuerda a Leadbelly o Robert Johnson, lógicamente con mucha menos aspereza. El sentimiento existe y agarrará más a la tierra cuando escriba sus propias canciones basadas en los golpetazos que le irá dando la vida, esperemos que pocos. De momento, nos contentamos con ese rescate de temas como “Candyman”, “Green Rocky Road” o “Frankie”, buen territorio para empezar la escalada.
Jesse Dayton apareció con su potente escudería: Chris Rhoades (bajo), Mikey Sorbello (batería) y el camino allanado. El de Beaumont, Texas, es de los que no fallan nunca. Su gira, de cinco fechas por España, quizá le está pasando algo de factura en las cuerdas vocales (acabó un poco afónico), no obstante, su destreza, profesionalidad y talento escénico por arrobas, limitan cualquier pequeño desgaste.
Su entrada con la imponente “Daddy Was A Badass”, era para decir: ya tenemos suficiente. Como pueden suponer requeríamos aumentar la adrenalina y pudimos hacerlo. Dayton está presentando “The Hard Way Blues” (2024), producido por Shooter Jennings, otro extraordinario álbum del que pudimos escuchar “Ballad Of Boyd Elder”, “The Hard Way” o la sosegada (volviendo tímidamente a sus inicios country) “Baby’s Long One”. Les sugiero que metan la cabeza en él y profundicen, saldrán renacidos.
El resto del set lo formaron brutalidades tipo “May Have To Do It (Don’t Have To like It!), “Loretta” (otra de Van Zandt), “Gunslinger”, “Hurtin’ Behind The Pine Curtain” y “Maggie Went Back To Minneola”, todas ellas en versiones alargadas, llenas de fortificantes guitarrazos y una contundente base rítmica, abrasadora. Ya hemos comentado que fue breve y muchos se quedaron faltos de pitanza, de todos modos, la agrupación Bradley/Dayton fue una muy buena ración de música inmaculada que dejó saciada a la gran mayoría. Dayton se deshizo en elogios hacia la organización, el mar, la comida y el vino tinto, o sea que los que necesitaron repetir la comilona, no deben preocuparse: Dayton y su pureza rockera regresarán pronto, no tengo ninguna duda.
El Festival terminaba, al día siguiente, con la actuación de la chanteuse francesa Françoiz Breut. No hace falta esperar al último asalto para saber que esta edición (la 36), ha constituido un nuevo éxito. No quiero llantos, el próximo Blues & Ritmes está a la vuelta de la esquina.
Texto: Barracuda
Fotos: Sergi Fornols
Era otra banda la que iba con Jesse, no la del 2023
MARK RIDDELL bajo
ERIC TUCKER Batería